miércoles, 27 de abril de 2011

En patinete por los canales

Prometo no volver a reírme de los turistas que vienen a Utrecht, alquilan una barca a pedales, y se estampan en el primer puente, que por cierto, está a un par de metros de donde cogen la barca. LO prometo. Prometo ser una niña buena. ¿Por qué?

Porque el domingo alquilé una barca a pedales con Cris, sus padres, y Katia, y no sólo nos estampamos contra el primer puente...también contra el segundo, tercero...contra las orillas entre puente y puente, y no nos estampamos contra otros barcos porque nos mantuvimos alejados de otros turistas en patinete, y los que iban en barcas propias o piraguas controlaban mucho más que nosotros...menos mal que en las instrucciones pone claramente que no se pueden usar los patinetes a modo de auto de choque....y menos mal que están forrados de goma alrededor, porque sino hubiésemos salido nadando.

Alquilamos la barca a pedales en "Canal bike" que está junto al city Hall, en Oudegracht. Tampoco encontramos ningún otro sitio donde alquilarlas, aunque estoy segura de que los hay. Nos costó 10 euros por persona por una hora y media, y tuvimos que pagar un euro extra por persona por cada 10 minutos de retraso. Para novatos como nosotros, ni de coña das la vuelta al recorrido en hora y media, aunque pedalees con todas tus ganas. Además pagamos un depósito de 50 euros.

Como ya he dicho, tardamos como hora y tres cuartos en hacer el recorrido que ellos te marcan en el mapa, nos íbamos turnando para pedalear, porque parece que no, pero cansa un montón. La barca tiene 4 asientos y un hueco donde coge una quinta persona, pero sólo dos tienen pedales y acceso a la barra de dirección, que es como el freno de mano en un coche, pero lo mueves hacia los lados para marcar (o intentar marcar) la dirección del barco. Es tremendamente difícil mantener el barco recto, sin torcerse hacia los lados. Sólo Cris fué capaz de hacerse con la bestia...los demás nos íbamos de lado a lado del canal.

Además de para hacer la turistada, el ir por los canales nos dió un punto de vista distinto de la ciudad. Yo me dí cuenta de que todos los puentes tienen nombres, hay figuras esculpidas en piedra en las bases de las farolas, hay unas casas de infarto con jardines que dan al canal, bicicletas a medio caer al canal....y en general, ver la ciudad desde allí abajo es una pasada.

Me encantó la experiencia, la repetiré, pero la próxima vez lo haré en canoa o en un barco de verdad, a motor :D

2 comentarios:

  1. tú y los pedales... porque la bici ya no es excusa; definitvamente son los pedales.

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  2. oyeeee, que a los pedales les daba bien!!! lo que no me entendía era con la palanca esa de dirección...

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