lunes, 25 de abril de 2022

El susto de mi vida

 Hace un tiempo alguien me dijo que las preocupaciones de verdad empiezan cuando tienes hijos. Supongo que en parte es consecuencia de tener un ser indefenso a tu cargo. De todos modos, creo que aunque entendí la idea, no la visualicé hasta que, efectivamente, fui madre.

También alguien me dijo que entre el año y los 3 - 4 años te lo pasas intentando mantener con vida a tu retoño, que , a su vez, se ha propuesto quitarse la vida y lo intenta cada vez que tiene ocasión. Pero eso es otro tema que igual toco otro día. No es a hablar de esto que pasaba yo por aquí.

Hablábamos de preocupaciones. O más bien, de infartos que te dan, sustos. MiniP lleva unos meses encadenando una enfermedad infantil detrás de otra, y como es muy generosa, compartiendo con papá y mamá. Lo típico, mocos, fiebres, manchas en la piel que varían según qué virus te ha pillado cada vez, vómitos y diarreas (gracias a dios, estas dos últimas, no las hemos sufrido mucho...). Los papás agotados porque niña enferma significa niña que no duerme, papas que tampoco, niña que no va a la guarde sino que está en casa, papá y mamá intentando trabajar algo y turnarse para cuidad de niña enferma. Niña enferma suele traducirse también en niña koala (tooodo el día en brazos) y que llora prácticamente todo el rato. Lo normal, vamos.

Ya os digo, lleva encadenando una tras otra, sin descanso. Pero el punto más bajo lo tocamos el miércoles hace dos semanas. La niña llevaba ya unos 10 días con fiebre parriba y fiebre pabajo. Con supositorios cada 8 horas teníamos una niña semi normal las primeras horas después del supositorio, y una niña llorando cuando se le iba acabando. Hasta aquí, todo normal. El miércoles en cuestión, la niña estuvo jugando por la tarde con mamá y papá, cenó como siempre, sin problema, y a las 8pm estaba en la cama. Papá y mamá colapsados en el sofá viendo Netflix. A eso de las 9.30pm oímos un alarido visceral que me hace correr escaleras arriba a ver que está pasando. Y me encuentro a mi hija, boca abajo, pegando botes. Convulsionando vamos. La cojo al vuelo y la saco al pasillo, donde hay luz, para vez que puñetas pasa. La niña está con los ojos abiertos pero sin responder si a palabras, si a movimientos ni a nada, solo se sacude y grita. Yo pensé que le estaba dando algo a la cabeza.

A todo esto mi pareja corriendo escaleras arriba a reunirse con nosotras. Yo se la pasé pensando que era la última vez que sostenía en brazos a mi hija viva. O al menos, con sus facultades intactas. El intercambio de palabras entre papá y mamá fue....112? Si..

Ya el 112 nos dijo que las convulsiones probablemente venían de una subida rápida de fiebre, y que mientras no convulsionara más de 15 minutos, no había peligro. Y ella ya no convulsionaba. En poco rato teníamos a la ambulancia con 3 hombretones en la puerta. Al verla también confirmaron que era la fiebre. Tenía 40 de fiebre. Antes de ir a la cama, nada. Supositorio de paracetamol, la miraron un poco y discutieron sobre si hacía falta llevarla al hospital o no. A todo esto, miniP estaba en la cama de papá y mamá, de costado, respirando con dificultad, ojos cerrados, quejándose y sin responder a nada. Ni a la teta en la boca respondió. Papá y mamá dijeron a los de la ambulancia que este no era el comportamiento típico de la niña. Que cuando ha estado con fiebre, se vuelve koala, lloriquea mucho, pero no ha pasado nunca el que esté completamente ausente. Por precaución decidieron trasladarnos al hospital.

Cuando llegamos al hospital, MiniP empezó a reaccionar un poco. Pero no de forma a la que nosotros estamos acostumbrados. Miraba alrededor, y lloraba como en pánico. La conectaron a una máquina a través del dedito del pie, y nos tuvieron un buen rato ahí monitorizándola.

Ya para la 1am - 1.30 am empezó a ser la niña curiosa que nosotros conocemos y que todo cotillea y fue cuando nos dieron el alta. Ahora tenemos medicación en casa, porque no se sabe si esto va a ser un incidente puntual, si va a pasar cada vez que tenga fiebre, o a veces sí a veces no.....los papás necesitamos unos cuantos días para recuperarnos del susto....bueno, recuperarnos no es la palabra correcta. Asimilar la experiencia. Lo de recuperarnos lo hemos dejado para más tarde, porque la niña continuó con fiebre el resto de la semana y para cuando le bajó la fiebre, se le llenó el cuerpo de......varicela. Y ahí está la pobre. Con varicela. Y bueno, no nos podemos quejar, porque no parece que los granitos de piquen mucho. Desde ayer está hasta contenta....

Yo esto de que a los niños les podían convulsiones no lo sabía. Ni yo, ni los muchos padres que se ven en esta y tienen un infarto el día que les pasa. Debería aparecer en todos los libros de crianza, en vez de muchas tonterías que sí mencionan. Porque una vez que nos pasó a nosotros, y lo conté, mucha gente salió diciendo aaahh ssssiiiii, el hijo de tal y de pascual lo tenía. O el tío del primo del cuñado del vecino tenía una hija que también....

En fin, que si me van a pasar más experiencias de estas, que igual prefiero saberme las historietas por adelantado y tal, para ahorrarme el disgusto, si eso....

Algun papi/mami por aquí "con susto" ?