domingo, 21 de abril de 2013

Consulado

Después de más de 5 años en el extranjero, y casi 3 en Holanda, he perdido mi virginidad consular. Sí señores, por fin me he animado a comunicar oficialmente a España que soy residente en el extranjero y que así me cuenten en sus cifras oficiales.

En teoría, todo residente temporal o permanente en el extranjero debe inscribirse en la embajada o consulado, pero es de todos sabido que el número real de personas que hacen este trámite es mínimo. Bueno, igual todos no lo saben, nuestros políticos parecen pensar que todos corremos a inscribirnos, por eso siempre usan el CERA como una fuente de información para justificar que los jóvenes y sobradamente preparados españoles no se están yendo del país, sino que son los sudamericanos que se vuelven a sus casas. Ejem. Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. En caso es que yo en Escocia no me inscribí porque no pensaba quedarme mucho allí, y en Holanda, aunque yo me quedo ´para siempre´ nunca encontraba el momento adecuado para hacerlo. Vagancia se llama. Y me diréis, pues oye, para inscribirte en el ayuntamiento si encontraste tiempo, y para inscribirte en el IND. Sí, bueno, lo que pasa es que no me queda muy claro de que me vale inscribirme, si a mí mi embajada no me va a ayudar en nada. Que se lo digan a los que vivían en Siria o Libia (no recuerdo cual de los dos fue) que si no fuese porque Repsol los metió en su avión, aún seguirían esperando a que la embajada les ayudase a salir del país. O a los de Japón, a los que no contactaron. Pues eso, que si se rompen los diques, yo mejor me busco algo que flote para mí y para Veda y le pido socorro a Holanda, que seguro que pillo al consulado con las puertas cerradas (es que ya son las 2pm)

Cada vez que oigo o leo sobre el consulado español en cualquier sitio, o en Amsterdam, no escucho o leo nada bueno....y bueno, mi experiencia no fue mala, pero no me queda buen sabor de boca. Primero, consulado no se me antoja un consulado sino un club de jubilados. No sé, no tiene nada de acogedor. Para inscribirte te mandan a un sótano, muy frío de apariencia, donde tienes que hacer cola delante de unas ventanillas. Me pregunto por qué no tienen simplemente unas mesitas con sillas o algo un poco más cercano que ese muro de cristal (no vaya a ser que les ataques) 3 personas al otro lado de la ventanilla, dos parecen ser plantilla, y una becaria. La primera impresión que tuve fue la de ver a los personajes del ´Cuentamé´ Tanto el hombre como la mujer parecían haber llegado en los 60 y haberse quedado permanentemente en la misma época. Llevaban los tres un estrés encima....corriendo de un lado a otro para atender a la gente con una sonrisa...vale, no. La verdad es que se estaban tocando los huevos alegremente, no parecían nada preocupados por atender a la gente que esperaba. Que tampoco éramos tantos, un par.

Antes que yo llega un señor mayor en busca de su pasaporte. Le han llamado porque ya estaba allí. Eso dice el señor, en cambio el simpático funcionario del consulado, con cara de seta, le dice ´Pos aquí nozzztá, la próxima vez llame antes de venir´ A lo que el pobre dijo que le habían llamado a él para que fuese.... ´Pozzzzz no zeeeeeé, aqui no ezzzztáaaaa vuelva otro día´

A lo que se va el señor, me acerco yo, y me pregunta si voy a por un pasaporte. Le digo que no y me manda a la ventanilla de al lado ´que alguien me atenderá´ Menos mal que no había fila. Ya despues de un rato mirando con mala leche me viene la becaria:

- Qué quieres?
- Registrarme como residente en el extranjero?
- Qué???
- Registrarme aquí
- Vale, pues necesitas rellenar el formulario tal, una foto de carnet con fondo blanco, una fotocopia del pasaporte, una prueba de dirección y el formulario del CERA. Y no hacemos fotocopias, has traído las fotocopias?
- Sí las tengo todas, pero no tengo lo del CERA, eso no estaba en la web
- Pues tenía que estar
- Pues no está
- Pues no te puedo registrar sin eso
- Y si me das una copia y lo relleno aquí?
- Ummmm vale...aquí tienes
- Te puedo dar ya el resto de papeles???
- Eeeehhhh, ahhhhh, ooohhh, pofale

Se los doy

- Necesito la prueba de dirección, o bien del ayuntamiento o de hacienda
- He traido la fotocopia del hondenbelasting, que es del ayuntamiendo, y del zorgtoeslag, que es de hacienda...
- EEeeeeehhhh, ah! vale

A lo que relleno lo del CERA me pongo en la fila, y me viene el señor de los años 60 y me dice:

- Y tú que quieres???
- Inscribirme
-  Necesitas rellenar el formulario tal, una foto de carnet con fondo blanco, una fotocopia del pasaporte, una prueba de dirección y el formulario del CERA. Y no hacemos fotocopias, has traído las fotocopias?
- Aquí tiene el CERA, el resto de papeles los tiene su compañera
- Qué papeles.
- Los que ha dicho usted
- Qué compañera
- La becaria

A esto le pega un grito a la becaria, que me mira con cara de haba, como si no se acordase de mí a pesar de ser la única persona en la sala...y me suelta..." Eres Pelocha Pelochinez?´ (Mientras me enseña mi formulario con mi foto) Pues sí, soy Pelocha Pelochinez y menos mal que no tengo preguntas ni dudas, porque sino andaba yo jodida, por dios que inutilidad de gente.

Por cierto, iba yo acompañada de Vlinder, que iba a registrar a su hija, y querían que rellenase el papel del CERA, a ver señores, no os dá la neurona para pensar? Qué leches va a votar una niña de 11 años.

En fin, que en mi opinión, hicieron, allá por los 60, un casting para encontrar a los más tontos del pueblo, y los seleccionaron a ellos. Y así se han quedado, en los 60, e igualmente tontos. Y yo no sé si es que 5 años fuera ya no estoy acostumbrada, pero señores, yo cuando voy a un lugar público espero que me traten con respeto, se llama atención al cliente, miren a ver si cuidan un poco las formas y aprenden a tratar a la gente como deben. Ese ´Y tú que quieres?´ se lo dice usted a su madre si quiere, pero a mí me pregunta ´En qué puedo ayudarle´ o ´Qué desea´ Y me consta que no soy la única que opina lo mismo.

Y lo siento mucho por aquel que vaya al consulado en busca de información, porque lo van a tratar como si fuese un borrego, y le van a dictar de memoria lo que ponga la web del ministerio de exterior, pero no le van a dar ninguna información que no pueda encontrar él mismo por internet en un momentito.

A mí se me ha caído un mito, me imaginaba los consulados como más chachis, y la gente como más competente y formada, a la vez que feliz de ayudar a sus compatriotas, y me he topado con un club de jubilados en el que trabaja gente estancada en la época de mi abuelo y que tratan a la gente como si les estuviesen haciendo un favor, en vez de darles un servicio por el que se les paga.

Y al hilo de esto, Alfonso me recomendó ver el programa de Salvados ´A cuerpo de embajador´ y lo mismo os recomiendo yo.

Cual ha sido vuestra experiencia????

martes, 16 de abril de 2013

Stilte/Silence

Desde 2003, NS tiene vagones en el tren en los cuales no se puede hablar ni hacer ruido. Se diferencian de los demás vagones porque tienen una franja más oscura en la ventana donde se lee escrito ´Stilte [S] Silence´ En general, la gente suele respetar el silencio, excepto en horas donde el tren va muy lleno porque el anterior no ha pasado. No obstante, siempre hay gente que no lo respeta, bien sea porque se la pela, por desconocimiento o bien porque ni se ha dado cuenta de que está en el vagón ´del silencio´

Hoy volviendo del trabajo, iban sentados detrás de mí una pareja de españoles. El chico no, pero la chica hablaba bastante alto (supongo que lleva poco tiempo en el país y aún no ha bajado el tono de voz, todos pasamos por ese re ajuste) Me he pasado medio camino pensando si debería decirle a la chica que no se puede hablar o no. La verdad es que me parecía mal llamarle la atención, pero es que medio vagón la estaba mirando, y la chica de delante mía ha hecho varios comentarios. Al final he decidido hacerle un comentario amistoso antes de bajar del tren.

Normalmente, no voy dando lecciones por la calle (o por el tren) a la gente, pero en estos años he visto más de un numerito en el tren, alguien hablando infinitamente más bajo que esa chica, y de repente que se levante uno, camine hacia ella, y le meta una bronca. De echo, esto lo presencié hace un par de meses. La chica acabó como un tomate y casi llorando. Los demás no dijimos ni pío, yo directamente porque me dejó congelada la forma de hablar del hombre.

Además de esta salida de madre, he presenciado ´llamadas de atención´ menos bestiales pero no por eso menos desagradables.

Así que eso, fijaros bien en el tren dónde os sentáis. Y por cierto, si la muchacha a la que he hecho el comentario me está leyendo, espero que no le haya molestado :) por una vez, lo he hecho con buenas intenciones :D


lunes, 15 de abril de 2013

Por las mañanas...

Hay dos tipos de personas, las que por la mañana parecen un perro rabioso y muerden a todo el que se cruce por su camino, y los que son felices de empezar un nuevo día. Luego estamos los que no nos despertamos hasta que nos tomamos el primer café en la oficina, pero somos capaces de seguir una rutina desde que toca el reloj hasta que engullimos el café. Es como ser sonámbulo, no sabes muy bien cómo pero te despiertas en la oficina con un café a medias en la mano, y cómo has llegado ahí es un tanto borroso. Te has vestido, lavado, desayunado, sacado a la perra, cerrado la puerta con llave, ido en bicicleta a la estación, atado la bici, recogido la llave (importante), pasado la tarjeta del tren al subir y bajar, cogido un tren y un bus de forma automática.

El caso es que hoy he tenido la suerte de encontrarme a los dos tipos de persona matutina (perro rabioso y la flower power) en una sola mañana y en un mismo punto. Estando en el semáforo cerca de la estación oigo a un tío ladrarme ´wat wacht u voor´: Qué (coño) esperas . Sin pensar muy bien he contestado ' Voor de groen man' : al muñeco verde. Supongo que cuando uno espera delante de un semáforo es porque el muñeco está en rojo, pero al tulipán rabioso no le ha gustado mi respuesta porque ha seguido protestando (a veces me alegro de no entender bien lo que me dicen) y seguidamente ha atravesado en rojo el semaforo del tranvía, a esquivado a otras bicis que estaban entre el tranvía y la carretera y se ha saltado en rojo una calle en la que pasan un montón de coches, a una velocidad a veces bastante considerable y que vienen de varios lados, entre ellos, de una curva donde la visibilidad no es muy buena. Si usted quiere acabar como un cromo en la calzada, me parece estupendo Sr Tulipán, pero déjenos en paz a los demás.

Medio segundo después, esperando en el mismo punto, me tocan el hombro. Yo ya me esperaba otra bronca inesperada, pero al volverme me encuentro una tulipana con la sonrisa de oreja a oreja que me dice ´Mooie jasje heb u! (qué abrigo más bonito llevas!!) a lo que le respondo un gracias. Y la tulipana seguía mirándome sonriendo...me ha costado un ratillo el darme cuenta que llevábamos el mismo abrigo (ya os digo que voy dormida). No sé si esto ya me había pasado antes, o si he tenido un dejà vu, pero esta situación me suena de haberla vivido antes....La del abrigo, no la del ladrido.

Cada persona es un mundo...y por las mañanas, yo estoy en los de yuppieeeeeeee

jueves, 11 de abril de 2013

Dolores de cabeza

De todas las cosas que uno puede heredar de su padre, yo he heredado los dolores de cabeza por estrés. Yo los llamo migrañas, aunque no están diagnosticadas por un médico, sino autodiagnosticadas por mí misma. Ahora que lo pienso, también he heredado la mala hostia y la cabezonería infinita, pero eso es otro tema.

En mis épocas universitarias, recuerdo dolores de cabeza infernales en los dos últimos años. Con una frecuencia que llegó a varias veces semanales. Y no hablo de un ligero dolorcito de cabeza, sino un dolor que me vuelve loca, no aguanto ni la luz ni la oscuridad, ni el ruido ni el silencio, tiemblo como una maraca y muerdo a cualquiera que me dé los buenos días. Me saqué la carrera y se acabaron las migrañas rutinarias, sino que aparecían una vez cada muchos meses.

Pero, la alegría no dura para siempre. Desgraciadamente. Desde hace como...no sé, un año, mis migrañas, han vuelto, al principio con una frecuencia de varias veces al mes, y en los últimos meses, de frecuencia semanal, lo cual es, una putada, para qué nos vamos a engañar. Lo bueno de las mías es que ´me avisan´ , aunque no siempre . Suelen darse a final de la semana, empiezo a notar los primeros síntomas el jueves tarde o viernes por la mañana y me ´explotan´ el viernes. Empiezan con una ligera molestia a la altura del omóplato  pasa a ser dolor de hombros en general, sube hacia el cuello y ahí es donde empiezo a notar presión en la parte baja del cráneo. Y ya cuando noto la presión ya sé que se está preparando la fiesta...Y no hace falta ser muy listo para saber de dónde viene todo eso: estrés, frustración, cabreo, mala leche

El caso es que en una de mis semanas chungas, y en ausencia de migraña (aún andábamos por la frecuencia varias veces al mes) el tulipán insistió en que me hacía falta un día de spa. Yo creo que en realidad le apetecía verme todo un día en pelotas y no sabía cómo. Y el día en el spa, a sugerencia suya, incluyó un masaje deportivo. La masajista ahí mismo adivinó mi presente, pasado y futuro sólo poniéndome las manos en la espalda. Me dijo lo que yo ya sabía: que mi parte superior de la espalda estaba más duro que el cemento, y a la par que el cuello. Ni os cuento la paliza que me dió, me dejó dos días dolorida. Y se despidió de mí recomendandome encarecidamente el buscar un fisio que me quite la tensión si no quería que me diese un crujido el día menos esperado (os he contado que en Mayo del año pasado estuve un finde en cama del latigazo que me dió la espalda? Ahí descubrí que mi codo, espalda y cuello están unidos, y que cuando hace zas ese ´cable´ te deja fina)

Yo aunque parezca que no, escucho a la gente. Lo que pasa que cuando la gente me manda al médico, fisio o al veterinario, me lo pienso por más tiempo, porque me hace poca gracia. Y básicamente me lo he estado pensando de Enero (que fui al spa) a Marzo, que tuve una de esas migrañas monumentales que hasta se me saltaban las lágrimas. El pobre tuli improvisó un masaje que hizo más efecto que los 3 Gelocatiles que me tomé en una tarde (sí, ya sé que tanto paracetamol no es bueno, pero me pudo más la desesperación) Y es ese mismo viernes que decidí ponerme a buscar fisio o masajista. Que debería ser fácil en una ciudad (o país) repleto de chinas, tailandesas o filipinas que ofrecen masajes (con happy ending en algunos casos) Ya si pides holandes/a, y de pedigrí, la cosa se complica. Aún así encontré un sitio donde los 3 que trabajan allí están debidamente cualificados y tienen pedigrí holandés. La primera sesión no me convenció. Me toco un pipiolo recién salido de la universidad, que, además de incomodarme (eso de estar en sin camiseta, delante de un niño...) me anestesió con su olor de pies, así que intenté otro semana en otro día, para que me tocara un@ distint@. Y ahí dí con ´Lotte¨ la holandesa que lleva dos semanas dándole palizas en la espalda (de esas de las que al día siguiente te acuerdas con cada movimiento) pero ha conseguido que en estas dos semanas, la presión del jueves en el cuello no pase a migraña el viernes sino que se disuelva en sus manos....Y además, práctico el holandés, ya que la chica no está muy por la labor de hablarme en ningún otro idioma.

Y que queréis que os diga, 28 euros semanales es un palo, pero si me evitan retorcerme de dolor de cabeza, los pago bien agusto. Que otros pagan eso y más cada sábado bebiéndose los bares o fumándose los.

Ahora queda el atacar el problema de raíz, pero por ahora me conformo con los métodos ´paliativos¨

martes, 9 de abril de 2013

Enkhuizen

Enkuizen es un pequeño pueblo al norte de Holanda, como a una hora de Amsterdam y hora y media de Utrecht. Este pueblo ha sido el destino de una de mis últimas escapadas de día. Fui allí con L, un amigo y el tulipán y ya la aventura empezó desde que casi salimos de casa...Primeramente, el GPS de L. nos quería mandar por mitad de Amsterdam...y en cuanto nos dimos cuenta de sus intenciones (una vez dentro del barullo, debería añadir) dimos media vuelta y decidimos seguir la lógica, que nos decía que de todas las opciones posibles, tirar hacia Zaandam era la más lógica.

Superado el intento de timo del GPS, llegó nuestro siguiente challenge...nuestra querida conductora L. se percató de que íbamos casi sin gasolina y la luz de emergencia llevaba ya un rato encendida. El pánico cundió por el coche ante la idea de acabar empujando el coche. Aunque el tulipán no se contagió de ese pánico, sino que se pasó el rato meandose de la risa. Llegamos a la gasolinera con poco más de un litro de gasolina, así que gracias a dios, la sangre no llegó al río. Ya estaba yo mentalmente planeando la muerte del tulipán (así se acaba el cachondeo) y de la conductora (aunque entonces no sé yo quien me llevaba de vuelta a casa)

Por fin llegamos al pueblecito, e hicimos primera parada en una cafetería a inyectar cafeina en nuestras venas (que falta hacía) y después dimos un paseito por el pueblo, lleno de gente entrando y saliendo de las tiendas.

Yo ya había leído sobre el pueblo, y me moría de ganas por ver a los habitantes llevando a cabo antiguos oficios...mi error fue no saber que eso era un museo, y no el pueblo en sí, así que a lo que llegamos a él, eran las 5 de la tarde y cerraba. Me quedé pues con la miel en los labios y con un rebote monumental. Pero L. me ha prometido que volveremos pronto, y a ser posible, en un día soleado, que seguro el pueblo luce más.

Decidimos acabar el día cenando en un restaurante. Dimos varias vueltas sin encontrar nada que no fuese un atraco al bolsillo del turista. Acabamos cenando en un restaurante con una gran colección de barcos de vela. Muy acogedor, la comida abundante, exquisita y por buen precio. De primer plato comí una sopa de langosta deliciosa y de segundo casi conseguí terminarme el platazo con tres pescados que el diccionario llama 'platija' (plaice) y su guarnición. pero casi exploto


http://www.restaurant-markerwaard.nl/uk/index.php

Salimos por poco más de 30 euros por cabeza, que viene a ser lo normal por estas tierras, sólo que la calidad y cantidad de la comida estaría por encima de la media de lo probado por el tulipán y por mí. Resaltar que, en la otra mesa, había una familia tulipana que seguro se mosquearon con nuestras constantes miradas....pero es que los dos niños, de unos 7 y 12 años (a ojo de buen cubero) se estaban metiendo entre pecho y espalda un costillar (spare ribs) mayores que el tronco de su propio cuerpo, todo eso junto a las patatas que le acompañan y despues de haberse cepillado un entrante cada uno...luego que los niños crecen y se hacen altos....los tres españoles teníamos la boca abierta de par en par (ni siquiera nuestro amigo español se veía capaz de comerse todo eso, siendo que mide 1.80 como poco, y es un hombre hecho y derecho). En cambio, al tulipán no sólo no le soprendía el banquete de los dos pipiolos, sino que no entendía qué tenía de raro la estampa....y por qué no parabamos de mirar.

El viaje de vuelta a Utrecht, por indicación tulipana, la hicimos a través de Lelystad. Si miráis el mapa veréis que es una carretera larga en el que hay agua por los dos costados....no es alucinante???


domingo, 7 de abril de 2013

La felicidad está en las pequeñas cosas

Hay semanas en las que por más que uno quiere, pone todo en la balanza y no le salen las cuentas, uno se hace preguntas existenciales, que, mejor no responderse en ese momento (sino al día siguiente o a la semana)

Luego llegas a casa y te encuentras con dos ramos de rosas colocadas en tus dos mesas, y decides que sí, que esos dos ramos de rosas, o más bien lo que hay detrás, o quien hay detrás, compensa una tonelada de estiércol que te pueda caer encima.

Y es que dicen que la felicidad está en las pequeñas cosas, pero esas pequeñas cosas son muy grandes.

Y quien dice rosas, dice un día ´gezellig´ con unos amigos, un lametón de tu perra, encontrar pan rallado en el AH (o cualquier otra cosa que lleves siglos buscando sin éxito), etc etc