martes, 1 de marzo de 2016

Yo y las mesas

Una es un poco maniática, o mucho. Igual os reis un poco si os cuento que en los últimos 2 años he cambiado 4 veces de mesa de café... Si, una mesa son 4 patas y un tablón, pero es que yo soy muy quisquillosa. . Empecé por una de IKEA que odiaba, y que traje de mi anterior piso. Esa mesa la compré porque era el precio que podía pagar y no conocía Markplaats. Aquí mi mesa:



Después pasé a una de madera de estilo vintage que era mejor de lo que tenía (por lo menos era de madera y de color madera, no de blanco sueco) pero que no me convencía:



No sé cuanto me duró esa mesa, pero pronto descubrí que no iba a ser la mesa de mi vida. Era demasiado alta y demasiado estrecha, no me cabían las cosas encima!!!

Luego pasé a otra mesa de madera, en plan artesano, bonita...de color pegaba más con mi mesa de cenar, y además no era estrecha, al revés, era super ancha, me cabía de todo...




....y es por eso que todos los trastos que no sabía donde poner, acababan ahí...ainsss. Además, su mayor problema es que no tenía balda debajo para dejar el portatil y otros trastos (veasé, los miles de tés que tengo)....

Despues de eso me prometí a mí misma que no iba a cambiar de mesa más hasta que fuese la definitiva... y 6 meses o un año he pasado buscando la mesa de mi vida. De esta ya no me divorcio más:



Estoy enamoradísima de ella. Esta mesa se viene conmigo a donde yo vaya...Eso sí, pesa un huevo. Igualita que mi mesa de comer, que pesa otro huevo. Seguro que nadie entra en mi casa y se las lleva bajo el brazo.

Y pensaréis, ostras, vaya presupuesto que se gasta la Pelocha, tiene para cambiar de mesa cada dos por tres. Nop. La mesa más cara fue la de Ikea. Cuando compré la segunda y vendí la de Ikea recuperé el coste de la nueva. Y así cada vez. Todo el rato vendo la vieja por el precio de la nueva y un poco más, así que a estas alturas ya he recuperado la inversión inicial. Todo esto gracias a Markplaats, que es una joya para encontrar trastos viejos, y gracias a que vivo en una ciudad universitaria, donde se mueve mucho mercado de segunda mano. Para que os hagáis una idea. El domingo compré y recogí la mesa nueva. Por la noche anuncié la vieja, y ayer se la llevaron.

Y de camino a por la mesa, paramos en lugares con encanto de los que hablaré otro rato!!

PD. Llevo ya un par de años buscando reemplazar mi librería de Ikea...hihihi
PD2 Si soy así de maniática con los muebles y con las agendas (googlear un poco por el blog) ya os imaginaréis por qué sigo soltera y sin vistas a cambiar status...


11 comentarios:

  1. Buenas noches,

    Como decía mi abuelo, vives mejor que un cura con siete parroquias... ;-)

    Yo la pulsión la suelo tener no con los muebles, sino con discos y libros. Sólo que al final se impone mi autocontrol, que si no tendría que salir de mi propia casa para albergar todos los que me pillaría.

    Por cierto, mi mueble para los discos me lo hice yo solito a medida (Manías que tiene uno).

    Antxon.


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  2. Ponle ruedas y lo fliparas, desde que lo hice con una alucine de lo cómodo que es poder moverla con un dedo y más en una casa pequeña como la mia

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  3. Antxon yo cada vez que algún evento sacude mi vida, o cada vez que me dá la burrumbada, cambio la distribución de los muebles. Como en la casa en la que vivo ahora mucho no se pueden cambiar de sitio, pues los reemplazo por otros muebles! Eso sí, parece que me gustan los muebles estilo desván de la abuela :D

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  4. Me recuerdas a cierto CEO, de cierta empresa, que estuvo años esperando a comprar un sofá (existe una foto muy bonita de él, sentado en el suelo, iluminado por una preciosa lámpara, en una casa vacía :-)).

    Se empieza así y se acaba creando el iPhone, te aviso :)

    Un abrazo,

    Paquito.

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  5. Yo es que las cosas de segunda mano... No te da cosa pensar en que han podido follar salvajemente encima de la mesa donde ahora pones tu cena o tu taza de café??

    J

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  6. Pues yo soy partidaria de pensar que ese café o cena pueden saber mejor si antes han follado allí salvajemente... Además,no hay que temer por los residuos, no hay nada como un detergente y un trapo...

    Cèlia

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    1. Claro, un poco de leche condensada en el café nunca viene mal

      J

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  7. anonimo veneciano3 de marzo de 2016, 21:51

    Yo cosas de segunda mano,ni de gratis.

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  8. Para gustos los colores. Yo soy como Celia, con un trapito y un poco de jabón elimino restos del pasado. La mesa de mis sueños me ha costado 10 euros. Estaba en el desván de unos abuelillos. Si busco una mesa de la misma calidad en tienda, me cuesta el hígado...así que soy fan de los muebles de segunda mano.

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    1. Si, claro, yo lo respeto y me parece una opción como otra cualquiera, pero a mí me da cosilla... De hecho prefiero la mesa esa que has puesto del Ikea nueva (que es la que tengo de momento), aunque es un poco castañera mientras ahorro un poco para otra mejor...

      J

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    2. anonimo veneciano4 de marzo de 2016, 16:24

      Prefiero muebles de IKEA pero nuevos y frescos,que muebles estilo Luis XV de segunda mano. Lo unico que acepto de segunda mano si no hay mas remedio,es un coche. Pero muebles o ropa no lo soporto.
      El norte de Europa y sobre todo Holanda,es el paraiso de la segunda mano, me quedo con el gusto español por las cosas nuevas.

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