Orgullo "de madre"

Ayer me sentí la dueña de perro más orgullosa del mundo mundial. Normalmente ya me siento muy orgullosa de mi revoltosa, pero ayer me demostró que sabe comportarse en todas las situaciones en las que le meto.

Veda y yo no vivimos en la ciudad, vivimos en un barrio pequeñito a las afueras de Zaragoza. Es un barrio muy tranquilo, así que casi no hay tráfico, no hay aglomeraciones de gente, ni olores "de ciudad" ni grandes ruidos. Además, Veda no vive dentro de casa, sino en el jardín. Mis hermanos le tienen alergia. Y además, mi familia y yo no compartimos la forma de ver y tratar a los animales. Para mi familia un perro es sólo un animal, para mí Veda es parte de la familia. Por todo esto, Veda a priori no tiene "la educación" de un perro de ciudad que vive en piso con la familia. No obstante, es toda una señorita. No hace pipí en ningún lado que no sea en tierra o hierba (los huecos de los arbolitos no le valen). A aprendido a portarse bien mientras yo como, ella se sienta al lado mio y sólo usa sus ojillos como método de chantaje para ver si le cae algo, pero no intenta saltar a la mesa.

Como yo no conduzco, y en españa el perro no puede ir en tren o bus, Veda nunca había pisado la ciudad. Hasta ayer. Pensé que iba a ponerse nerviosa con tanto ruido extraño, olores, gente por todos los lados, comida...pero no, se portó como una verdadera señorita de ciudad, andando a mi lado, pasando por sitios con muchos coches, con mucho ruido, pisando andamios, alcantarillas, pasando al lado de tiendas con olores atrayentes, al lado de gente con comida en la mano, helados...sin inmutarse. La situación más estresante para ella fue andar a las 7 por la calle más concurrida de la ciudad sin mostrar miedo, andando a mi laso sin distraerse. También probamos sus modales tomando una coca cola en una terraza. Ella se tumbó tranquilamente a mi lado, y saludó efusivamente al camarero cuando este tuvo el detallazo de sacarle agua y darle unos mimitos. Por supuesto a mí se me cayó la baba al suelo.

Lo único que me molestó un poco es que la incultura animal no es sólo cosa de la gente "de pueblo" sino tambien de la gente de ciudad. Me preguntaron varias veces por qué llevo a Veda con bozal, cuando en realidad la llevo con halty. El halty es un tipo de collar que no va en el cuello del perro, o en el cuerpo (como el arnés) sino que va en la cabeza. Tiene el mismo funcionamiento que el amarre de un caballo, va sujeto en el hocico y la cabeza y permite controlar al perro completamente. Si el perro estira se le vuelve la cabeza hacia tí, entonces deja de estirar. Y no es un método cruel, no le hace absolutamente ningún daño, al contrario que los collares de pinchos o los de nudos correderos. Es un método muy conocido en UK, pero en españa no está muy generalizado. Si lo usas te enfrentas a comentarios tipo "pobre perro por qué lo llevas con bozal" o " mira el perro agresivo ese que lo llevan con bozal"

Volviendo al tema, ese saber estar de Veda me llenó de orgullo, el saber adaptarse a una situación que para otros perros es normal pero para ella no, y ser capaz de comportarse mejor que muchos de esos perros que sí están acostumbrados. Mucha gente dirá que esto es consecuencia de su (buena) educación, pero en realidad no creo que sea justo echarme a mi mismo todas las flores, su gran inteligencia hace la mayor parte del trabajo, su capacidad de adaptarse a todo lo que le meto, sus ganas de complacerme todo el tiempo, su nobleza...

Me siento MUY orgullosa de ella, por si no ha quedado suficientemente claro. Nunca pensé que ese bicho desobediente, malo e independiente que adopté hace 5 años iba a cambiar tantísimo y se iba a convertir en el animal obediente, noble y mimoso que tengo ahora, eso sí, cuando se enfada tiene tanta mala leche como su dueña!