Con un pie a cada lado

Lo primero de todo decir que mi mega caja ha llegado!!! Ha tardado algo más de una semana el hacer Zaragoza-Tulipanlandia. Por fin me he reencontrado con mis almohadas, con mis jerseys de invierno, mi duvet y sobre todo con las partes de cerdo envasados al vacío que mi madre ha enviado...veasé jamón, lomo, chorizo :P

El sábado tuve sobredosis de tulipanes. Acabé K.O. Ni recuerdo cómo llegué a la cama, creo que ya me dormí subiendo las escaleras. Salimos tempranito por la mañana en coche hasta Zeddam, que es un pueblo holandés en la frontera con Alemania. Nada que envidiar tiene el pueblo donde estoy ahora. Mismo tipo de casas con jardines, etc. Dejamos a los perros en casa de la madre de Robert y nos fuimos a Alemania de compras. A los holandeses les gusta ir de compras (o de camping) a alemania, porque es más barata, y como yo copio todo lo que veo, pues no me quedó más remedio que dar rienda suelta a mi fiebre consumista y me compré:

- Unas botas grises, rebajadas a 15 euros (50% de descuento)
- Unas mini botas azul oscuro a 9,90 euros (precio original unos 30)
- dos camisetas de manga corta a 1 euro cada una
- pantalones de estar por casa a 5 euros
- camiseta larga/vestido (según como se mire)de lana negro por 10 euros

Total: algo más de 40 euros....40 euros que no me debería haber gastado sin tener un sueldo, pero quien se resiste si son cosas que necesito y cuyo valor real es mucho más alto?

Me gustó el ser capaz de entender algunas cosas facilitas en alemán como el hola, buenos días, los precios o el hasta luego, y algunas cosas en los menús. Para algo sirvieron esos 4 meses de alemán.

Un detalle muy importante a tener en cuenta...las tarjetas españolas, al menos la mía, no funcionan en las tiendas alemanas! Esto es porque la tarjeta VISA, al parecer, en alemania es sólo tarjeta de crédito, no tarjeta de débito, y las maquinitas de pagar no aceptan tarjetas de crédito ni entienden las VISA electrón españolas...yo pensé que era sólo la mía que me daba problemas, pero parece ser que no, que es habitual. Solución, ir al cajero y sacar dinero.

El pueblo alemán se llamaba Emmerich. Por supuesto para comer tocó salchicha alemana entre el pan y con mostaza, como buena "alemana"

Por la tarde volvimos a casa del tulipán de Marta (Robert) y es ahí donde tuve sobredosis (en el buen sentido) de tulipanes. Por ahí estaban la madre, padrastro, hermana,hermano, otra hermana, los hijos de una hermana...y no sé si me olvido de alguien más. Todos muy amables, la madre me enseñó encantada toda la casa (voy aprendiendo decoración holandesa, para cuando tenga mis metros cuadrados propios) y su tienda de sombreros. Tanta amabilidad sacó mi lado más tímido y a ratos me costaba levantar la mirada del suelo.

Por supuesto, en una casa holandesa, cuando hay visitas, el anfitrión saca comida (no vayan a desnutrirse los invitados!!). A diferencia de españa, en las dos casas que he estado de visita, no han sacado las típicas pastitas, cosas dulces...sino que o bien han sacado quesos (ñam ñam) o patés. Además de una ensaladilla muy rica.

Despues el ramillete de tulipanes y las dos españolas nos fuimos a cenar a Alemania a un restaurante griego. Incluido uno de los perros. Yo flipé, no podía creerme que un perro pudiese entrar a un restaurante, aunque ya lo sabía no me lo pude creer hasta que ví a uno. El animalillo se metió debajo de la mesa a dormir, está acostumbrado. Durante la cena estuve hablando sobre todo con la hija de una de las hermanas de Robert, que con 11 años habla inglés (americano) casi perfectamente!! Le pregunté que dónde había aprendido y me dijo que con la TV...claro como está en versión original con subtitulos en holandés...una monada de niña, me estuvo enseñando palabras en holandés.

Al final, cuando llegué a casa, mi cerebro estaba hecho puré...