A
finales de Julio hizo un año que la locatis de Kiva llegó a Holanda. Y por
estas fechas, mitad de Agosto, es cuando aquí la perla empezó a mostrar todos
sus problemas: posesividad con juguetes y comida (y soltaba bocados),
destructividad, y lo que más me complicó la vida, miedo a todo lo que hay nada
más sales por la puerta de casa, y reacción agresiva a todo lo que le daba
miedo. Ya os fui contando los pollos que me montaba la colega.
Un año
ha pasado, y si bien aún tenemos cosas que trabajar, puedo decir que Kiva ya
tiene muy poquito de Schrek. Hace muchos meses que no me monta un pollo de los
suyos. El cambio fue, sobre todo a primeros de este año. Todo el trabajo
invertido en ella empezó a notarse poco a poco. Empezó a tener miedo de menos
cosas por la calle (motos, bolsas de basura), empezó a cambiar su reacción al
toparnos algo inmóvil por la calle que le daba miedo (pasó de empezar a ladrar,
a arrastrarse poco a poco a la cosa, olerla, y volver a mí a por su
recompensa), empezó a permitirme cepillarla, ducharla, tocarle la barriga o los
cuartos traseros, cortarle las uñas…y cuando digo permitirme, me refiero a que dejó
de darme mordiscos. Y, lo que más sudores me ha costado….ha pasado de tener
miedo a los perros y ladrarles como un bicho, a querer jugar con todos!
Es
interesante ver su evolución con los perros. Su comportamiento con los perros
no era (ni es) el mismo estando atada o suelta. El cambio empezó suelta.
Primero ladraba a todo perro. Luego empezó a querer jugar con ellos, pero no
sabía cómo invitarlos a jugar. Para ella jugar es/era correr uno tras otro o
juntos. Era gracioso ver cómo, a veces, llegaba a un perro, e inmediatamente
empezaban a correr, pero con otros, se frustraba y les ladraba de estrés (salía
el Shrek de dentro). Después pasó a, al segundo grupo, ladrarles a la cara no
por estrés/frustración, sino porque se dio cuenta de que, si ladraba a un perro
a la cara, este empezaba a encorrerla (a morderle el culo, pero la boba de Kiva
pensaba que era un juego). Con algunos perros, el ladrar a la cara no funcionó,
así que la puñetera empezó a soltarles un mordisco en el culo. Mismo efecto,
perro cabreado encorriendola….dueño de perro cabreado y yo explicando la
estrategia de la orejas y disculpándose. Yo ahí me harté un poco de las ideas
de Kiva y decidí empezar a castigar cada vez que ladraba a la cara de un perro
o cada vez que les soltaba un mordisco. En un par de semanas, acabamos con la
mala costumbre. Ahí la señora empezó a ingeniar nuevas formas para invitar a un
perro a jugar sin ladrar o morder culos. Y cada vez que lo conseguía, le
brillaban los ojos!
Poco a
poco, el abanico de juegos de Kiva se ha ido ampliando, siendo capaz de jugar
no sólo a encorrerse, pero también a juegos más brutotes. Este sábado se me
caía la baba de verla jugar con un cachorrón que acabábamos de conocer. Nunca
jamás la había visto jugar con este estilo:
Todo esto ha sido posible a base de organizarle citas con perros desconocidos, todos los sábados, a base de ir con una paseadora (y 9 perros más) 4 días a la semana, y a base de quedarse en el hotel perruno 4 veces ya (donde, por cierto, flipan con el cambio, y con la energía que tiene.
Atada,
sigue siendo insegura, pero se fía de mí y eso se nota. Ahora podemos pasear
atada sin que se vuelva loca y ladre a todo perro que ve cerca o lejos. Puede
ladrarle otro perro y ella sigue pegada a mí calladita, aunque a veces se le
nota que se estresa. Lo que no es capaz de hacer, y no sé si será capaz algún
día, es acercarse (o que se le acerque) a un perro desconocido a olerse o jugar
estando atada. Pero no me importa, porque, de todos modos, en ningún caso es
buena idea presentar a dos perros cuando van atados.
Ahora
que la lista de miedos de Kiva se han reducido drásticamente, que tiene
estabilidad, normas, rutina etc, ha empezado a florecer su verdadero carácter.
O eso creo. Es una perra muy cariñosa, muy apegada a su mamá, pero al mismo
tiempo, se queda en su jaulita tranquila cuando me voy a trabajar. Es más bruta
que un arao, eso también hay que decirlo, y torpe. Arrasa allá por donde pasan
ella y su cola. Es muy obediente, esto es algo que llama mucho la atención
cuando paseamos. Kiva puede estar haciendo lo que sea, que yo la llamo y vuelve
inmediatamente. Sin peros. O le digo Stop y frena en seco, da igual qué esté
encorriendo. En casa, no la dejo pasarse la tarde pululando, después del paseo
le toca tumbarse en su cama y portarse bien (ella por elección propia ni se
tumbaría ni se relajaría, nunca….sangre de Malinois) Esto a ella no le hace
mucha gracia, y muchas veces se intenta hacer la remolona, pero me basta una
mirada para que se repiense eso de desobedecer. Es una perra muy inteligente,
pero por ahora, como es muy noble, no ha usado esa inteligencia para putearme.
Por ejemplo, aprendió a abrir puertas….es una habilidad poco oportuna, pero no
es por maldad. Aunque esta habilidad poco oportuna hizo que un día se me
saliera a la calle (tras abrir 2 puertas) y otro día nos encerrara al tuli y a
mí en el jardín (activó una manilla que, en vez de abrir puertas, las bloquea) Por
otro lado, por ejemplo, podría saltar la valla del jardín (mide un metro) pero
es tan buenaza que ni se le pasa por la cabeza escaparse. Le gusta mucho
aprender trucos/habilidades nuevas, y “trabajar” con mami, que viene a ser,
trabajar rutinas en la calle (andar a mi derecha, cambiar a la izquierda,
caminar entre mis piernas, tumbarse/sentarse en la distancia, etc), con el
tulipán también lo hace, pero no le gusta tanto, por tanto a veces hace lo que
le dá la gana (los Pastor Alemán/ Pastor Belga Malinois son perros fieles y
obedientes a UN solo dueño, al resto le pueden hacer caso, pero trabajar sólo
lo hacen con uno…) Ah, que no se me olvide, Kiva es HIPERACTIVA (como buena
Mali) Tal como nos dijo la chica que la cuidó en el hotel perruno (y esta chica
habrá visto “unos cuantos perros”), la pusieron en un grupo de perros
hiperactivos, y sólo uno de ellos fue capaz de seguirle siempre el juego….es
una perra que SIEMPRE está activa, no se relaja nunca (a menos que le des la
orden), tiene muchísima energía!!
Así,
para cerrar el post, diré que este año ha sido largo, que hemos tenido muchos
altibajos y que una vez estuve a punto de tirar la toalla. Ahora me alegro de
no haberlo hecho, igual que me alegro de haber dejado de escuchar a gente que
piensa que un perro es un bebé y que todo lo que le haces, un simple NO, les
trauma. No, mira, un perro es un perro, no funciona igual que un niño. Se
parecen en que ambos necesitan normas, y necesitan estructura, y consecuencias
positivas y negativas en todo lo que hacen, y coherencia. Kiva se ha llevado
tirones de correa, miradas asesinas, muchos “mecaguen…..” , y también muchas
palmaditas en la cabezona, muchos muy bien loca. Si sólo le hubiese dado mimos,
ánimos y galletas, seguiríamos exactamente igual que al principio. Y eso no es
bueno ni para ella ni para mí. Kiva ahora es mucho más feliz! (y yo también!) Y
sí, esta combinación, a otro perro igual no le funciona. Por eso hay que mirar
al perro individualmente y no a tu “filosofía educativa”
Y
seguiremos mejorando!
PE,
todos los videos que queráis y más, en youtube! Canal Kiva Pelocha
PE2, el
tuli quiere una hermanita para Kiva…yo intento aplazar el momento todo lo que
puedo…pero fijo caemos…
Sólo puedo decir que "enhorabuena": me alegra un montón :-))
ResponderEliminarNunca he tenido un perro o un gato, pero tu historia es interesante, por cuanto parte de un animal que, según cuentas, ha debido de sufrir mucho (los comportamientos agresivos y desconfiados iniciales te dicen que algo pasó)...
Ganar su confianza y, sobre todo, establecer una autoridad que respete, no ya por el miedo, sino por la confianza (sabe que cuando pides algo es por un motivo: no me extraña que te obedezca cuando le dices que pare... Ha comprendido que su dueña tiene algún tipo de criterio que le beneficia y al que debe obedecer).
Todo esto también dice mucho de ti: has tenido paciencia y voluntad (pero claro, siendo de dónde eres, lo de la voluntad es algo que se da por supuesto: la paciencia, en cambio, supongo que te habrá costado un poquito más).
Enhorabuena una vez más.
Ummm, de donde soy....te voy a contar el punto más profundo de mi relación con Kiva. Un día en Noviembre, yo con gripe, andaba que no me tenía en pie, pero al bicho, si no tienes ayuda, tienes que pasearlo igual. Era de noche ya, y paseaba a Kiva atada por una zona donde los perricos van atados...y veo venir a lo lejos un perro negro a decir hola...no voy a culpar al perro porque era un labrador sociable queriendo decir hola. Voy a culpar al dueño 1. Por llevarlo suelto donde no debe 2. No llamarlo al ver un perro atado (esto es norma perruna de buena educación, un perro suelto no se puede acercar a uno atado) El caso es que Kiva se puso como una fiera y yo acabé rodando por los suelos en un día que llovía. Volví a mi casa llorando, de mala leche y rendida. Esa noche me la pasé la mitad en vela pensando en que yo no era suficiente para Kiva, me falta experiencia para lidiar con sus problemas y rehabilitarla. Y pensando en donde encontrar una persona que sí tuviese esa experiencia. Por la mañana me desperté enfadada y gritando " por mis huevos, por mis huevos que yo a esta la encarrilo, hombre, me va a venir a mi esto grande! " Y ahí estamos, q por mis huevos hemos encarrilado a la fiera. Y todo el conocimiento ganado estaré encantada de compartirlo con gente que tenga Shreks, pero así por elección, no vuelvo a adoptar un perro con este problema (tampoco lo hice por elección la vez anterior, pero ahora detecto la "reactividad por miedo" de lejos...)
Eliminar