La última vez que os comenté como iba progresando Kiva fue en Octubre . Despues del momento Shrek que una amiga mía consiguió grabar, decidí que, tras la esterilización, teníamos que buscar ayuda externa. Como mucha gente de mi alrededor me dice y piensa, tengo buena mano con los perros, tengo 22 años de experiencia con Pastor Alemán, y no soy la típica rubia que malcría al perro. Sé buscar información y aplicarla, entiendo de donde le viene cada problema y la lógica para solucionarlo, pero no soy una profesional, no he estudiado para ello, y por tanto hay cosas que me vienen grandes. Y es de ser inteligente el darte cuenta cuando no puedes con algo, y buscar ayuda.
Me costó un buen rato el encontrar un adiestrador. Además, prácticamente me vino servido en bandeja. Mi paseadora se lesionó y la persona que le sustituyó temporalmente es adiestrador. Un holandés de 2 metros cuadrados. Cualquiera le tose encima. Tuve la suerte del siglo, porque todo lo que encontraba eran adiestradores que siguen únicamente métodos de adiestramiento en positivo (consiste en premiar comportamientos adecuados e ignorar los no adecuados) y yo no comulgo 100% con el método ( he leído cosas tan extraordinarias como: mi perro nuevo gruñe a mi marido qué hago? Respuesta: tu marido está molestando al perro, que se pire. Y si te saca piños a tí, no pasa nada, el animal se está comunicando contigo. Ya le das galletitas para que relacione tu compañía con galletas. Y no te preocupes si piensas que estás premiando los gruñidos, un perro mientras gruñe no muerde)
El caso es que he quedado con el adiestrador como 3 veces yo creo. Me ha dado unas pautas, hemos hecho una serie de ejercicios, y yo he implementado lo que él me ha dicho. Y el cambio está siendo enorme. Ni me lo creo. Dejé de cebar a Kiva a galletas cada vez que pasabamos por delante de un perro (le creaba más ansiedad) y empezamos a trabajar en obediencia, disciplina y en demostrar a Kiva que mando yo, que yo tomo decisiones y ella no. Todo esto no implica castigos físicos, que conste. Cosas sencillas como que tenga que esperar para entrar y salir de casa (esperar a que le dé permiso) , esperar para comer, esperar a que le dé permiso para levantarse de su manta, en la calle andar a mi lado hasta que le doy la orden para que vaya a su bola, practicar ejercicios de obediencia....junto con, tirón de la cadena si veo que va a ladrar (ANTES de que ladre) y premio si no lo hace. Empecé a ver cambios en ella tras dos semanas. Increíble.
Kiva ha avanzado tanto que podemos pasear por la calle, cruzarnos con perros y no ladrar. Mantengo las distancias para que no se acerquen demasiado a ella, pero bastan con un par de metros. Además. la semana pasada empezamos a vernos 10 minutos al día con el nuevo perrito de una amiga....Un bichillo de 5 kg (Lía). Primer día ladridos, después ya no. Es más, por problemas de última hora, Lía pasó el fin de semana en mi casa y Kiva lo llevó de maravilla. No las dejé sin supervisar ni medio segundo, cuando yo no estaba presente las enjaulaba a las dos, pero cuando yo estaba presente podían convivir en el mismo espacio, el sábado sin interactuar mucho eso sí....porque la pulguilla se adueñó de la casa y sacaba dientes a Kiva nada más se acercaba a ella o a mí. Tuve que poner un poco de orden eso sí para aclarar que en casa mando yo, no la pulguilla hihi. El domingo durante el paseo hasta jugaron las dos! Casi me resbala la lágrima de la emoción, porque nunca había visto a Kiva invitar a jugar a un perro, y jugar, lo había visto en vídeo, pero no en directo. La pena es que no me daban las manos para sacar el móvil y grabar el evento...
En el canal de youtube podéis ver un video de las dos paseando juntas, y esta tarde pondré otro de como estaban las dos en casa. También mola ver uno que se llama Kiva jugando.
Aún nos queda mucho trabajo: Kiva no sabe como ir a saludar a un perro que no conoce, o no sabe que hacer cuando alguno viene a saludar (y por tanto ladra), pero pasito a pasito vamos andando hacia adelante. Y tantas horas de trabajo y tanto sudor empieza a dar frutos!! Y estos frutos saben a gloria!!
Que paséis buena semana!
Pregunta (sin choteo: va completamente en serio): el saludo de los perros... Es lo de olerse, ¿No?
ResponderEliminarPregunto, ojo.
En todo lo demás, me alegra que la bestia se empiece a convertir en bella... Al final, esto va a acabar como My Fair Lady :-))
Y cada vez que leo sobre el asunto, no dejo de acordarme del episodio de South Park, cuando César Millán es contratado para meter en vereda a Cartman :-))
El saludo es todo un ritual Paquito :) Un perro se acerca a otro, y depende de la postura que lleve, las orejas y la cola ya le está contando al otro perro de qué palo va. Luego suelen olerse las narices (y si uno de los dos es dominante ahí es donde se puede liar, se puede tirar a por el otro) y luego se huelen los culos) A partir de ahí, o siguen caminando o se ponen a jugar. El problema de Kiva es que no entiende nada de este postureo cuando le viene un perro de frente, y mucho menos del ritual. Y además de no entender, los perros que vienen de frente tampoco la entienden a ella porque ella no "se comunica" con postureo y rituales. Tiene que aprender. Y hasta que no aprenda, hará lo que sabe: ladrar
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