lunes, 23 de septiembre de 2013

Montaña Rusa

Ahí es exactamente donde siento que estoy. Y mira que me gustan poco. Pero es que para cuando siento que voy subiendo siempre pasa algo que hace que vuelva a caer en picado. Y mira que he intentado cortar las vías por las que me pueden llegar noticias que me confirmen corazonadas (ya podía tener yo menos instinto) pero parece ser que por lo que sea, las noticias se empeñan en llegar, y si intentas huir de ellas siempre hay algo que me hace toparte de morros con ello. A estas alturas ya las fuerzas flaquean y cada vez me cuesta más levantarme.

Y digo yo, ya que en este país les enseñan a creer en sí mismos (esa arrogancia típica tulipana que los extranjeros tanto critican) no podrían darles un par de clasecitas de respeto? De cómo no joder más al personal de lo que es estrictamente necesario?? Porque las cosas pueden hacerse mal, pero los hay que parecen, sin querer, hacer las cosas de la peor manera posible y siempre encontrarán la manera de superarse. En fin, que no digo nada y lo digo todo. Y que mejor no me muerdo la lengua porque me envenenaré. La cantidad de veneno que acumulo a estas alturas da para matar a toda la población masculina tulipana. Muerto el perro se acabó la rabia.

Y ya que he medio contado la caida, contaré la subida. El viernes tuve un encuentro muy interesante y que en cierta manera está conectado con mi pasado pre-Holanda. Veremos que sale de ahí. Y me encantó reencontrarme con Kim, una amiga escocesa que hacía unos pocos meses que no veía. No me gusta Amsterdam, pero siempre me gusta cenar en mi snackbar favorito, aunque para ello tenga que aguantar a todos los turistas con las hormonas revolucionadas esperando meterse al barrio rojo (o al coffeeshop). También me gustó llevarlas a mi bar favorito, Lokaal T loosje (no es que conozca muchos más). Les encantó la cerveza Fruitesse.

Pues eso, dos pasos adelante, y cinco para atrás. O 2 metros para arriba, y 5 para abajo. Me consuela el pensar que lo que uno siembra, lo cosechará, si no es ahora, será después. Para bien o para mal.

6 comentarios:

  1. Querida Pelochita!
    Como siempre, encantadísimo de leerte, todo cuanto sea escribir te hará bien, no lo olvides. A pesar de que nos dices que adelantas dos pasos y retrocedes cinco, poco a poco sientes que te encuentras mejor, más tranquila, más segura, más fuerte y más pronto que tarde te importará un pimiento lo que le suceda al holandesito. Ese día -el que deje de interesarte ese chico- será cuando reaparezca en tu vida. Es tan fácil como eso. Sin lugar a dudas, pronto escribirás que adelantas cien pasos y retrocedes sólo dos. La vida da más vueltas que un tiovivo y tú lo comprobarás pronto. Como muy bien dices, siembra y recogerás. Quién sabe sabe lo que te espera tras la salida del viernes en Ams'dam? Todo va a salir tal y como tú deseas, Pelochita, todo es cuestión de proponérselo y tener paciencia.
    Mil besos y buen comienzo de semana.

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  2. Si es inteligente (que por ahora va demostrando lo contrario) no se le ocurrirá acercarse a mí, al menos no sin chaleco antibalas

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  3. "What comes around, goes around"... Tan sencillo como eso :-))

    Poco a poco, no tengas prisa... "Disfruta de esto", por absurdo y difícil que pueda parecer... Tu vida acaba de cambiar, así que empieza a escuchar las cosas que hasta ahora no procesabas a tu alrededor...

    Un abrazo,

    Paquito.

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  4. Es la vida, que cuando nos sucede algo que nos hace tambalearnos en el sitio se concentra en pocos meses. Pero siempre es una montaña rusa, a veces arriba, a veces abajo, a veces sientes en el estómago ese cosquilleo agradable cuando se va subiendo y otras veces el hueco horroroso de la caída en picado. Palante y recuerda que quien no te respeta no merece subirse al cacharrito de la montaña rusa contigo y compartir el viaje de tu vida, ni siquiera para tirarlo en marcha en el punto más alto de tu montaña.

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  5. La sensación de estar en una montaña rusa no es agradable, pero a la vez es mucho mejor que estar parada, quieta, inerte... Recuerda que tienes derecho a:

    - que tu estado de ánimo cambie de "me encontro genial" a "quiero exterminar al resto de la humanidad".
    - planear un cambio radical de vida
    - considerar que el plan anterior es una mierda y continuar con tu vida de siempre, que tanto cambio no es bueno...
    - decidir que, definitivamente, necesitas ese cambio radical
    - arrepentirte nuevamente
    - reírte hasta desencajar la mandíbula
    - llorar hasta crear un nuevo canal holandés (y mira que esto es complicado)
    - hacer la maleta para cambiar de aires
    - deshacerla y salir a comprar varios trapitos innecesarios
    - apuntarte a clases de kickboxing
    - no ir ni un solo día al gimnasio y cambiarlo por un tranquilo curso de patchwork
    - asomarte a la ventana y gritar como si no hubiera mañana
    - tatuarte un ancla en un brazo y un "amor de madre" en el otro


    En fin, que tienes derecho a emprender (o no) cosas nuevas, a equivocarte en algunas ocasiones y a acertar en otras. Lo importante es que te muevas y de que de cada movimiento acabes hallando un importante aprendizaje. Las oportunidades que nos brinda la vida, suelen aparecer con forma de problema y miedo al cambio, solo tienes que mantener la mente abierta y disfrutar del camino.

    Un besazo enorme :)

    María


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  6. vuelve a Zaragoza, deja de sufrir, el invierno va a ser eterno

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