Cansada

Últimamente creo que vivo en una montaña rusa, voy despacio y cuesta arriba o rápido y cuesta abajo. No sé cómo explicarlo. Muchas cosas que hacer en el trabajo, muchas cosas que hacer despues del trabajo, y no tengo ni un minuto para respirar. Por un lado no tengo tiempo para pensar en los grandes cambios que suceden a mi alrededor, y por otro lado creo que esto de no permitirme ni un descanso me va a pasar factura a corto plazo.

Por un lado, como ya he dicho, estoy hasta arriba de trabajo. Luego las clases de holandés que ya están casi llegando a su final. Estoy muy cansada, mucho, de ir 6 horas semanales a clase. No tengo tiempo para estudiar, ni espacio en mi cerebro para acumular más información idiomática. Creo que estoy saturada. Necesito un descanso de varios meses y luego retomarlo con más fuerza. Porque eso sí lo tengo claro, mi aprendizaje, y mis clases, no acaban el 2 y 3 de Abril, con el Staatsexamen I, sino que voy a buscar más clases. Dentro de unos meses. Y posiblemente menos intensivas. Los jueves, que solían ser mi día libre de la semana, han pasado a estar ocupados por Kizomba. No tengo muy claro que vaya a continuar con las clases. Por ahora no puedo decir que me entretengan o diviertan, sino todo lo contrario, me causan estrés y me ocupan tiempo.

Por otro lado C. me ha abandonado. Se ha vuelto a España. Teniendo en cuenta que hemos pasado estos dos últimos años juntas y que vivíamos a tiro piedra, pues os imagináis que no es que me importe un pimiento. L. prometía relevar a C. pero el cabrón de su jefe no parece estar muy de acuerdo y no hace más que complicar y alargar el proceso. Y mientras yo voy a acabar saliendo por la puerta de casa por falta de espacio. Tengo todos los trastos que C. ha vendido a L. en mi despensa y bajo mi cama. Y 4 bicis. Sí, supero la media. Sólo dos son mías. Hay que decir que C es irreplazable, pero la compañia de L. ayudará a sacar la espinita esa clavada en mi....ah no, espera, que dijimos que yo no tenía corazón.

Los fines de semana me pasan volando. No sé ni como.

Además, Vedita ya tiene 8 años. Cada vez que se pone malita me preocupa. Estuvo esta semana pasada con diarréas y yo no puedo evitar pensar que mi bicho se está haciendo mayor (aunque ella piense que es una cachorra) y que un día me va a dejar. También me preocupa que un día me pase a mí algo y se quede ella sóla sin nadie que se pueda hacer cargo de ella. Todos sabemos qué futuro tienen los perros viejos en las perreras. Sí, ya sé, no me va a pasar nada, pero mejor tener las cosas pensadas, no? El tuli se ofrece de padre adoptivo, lo cual me quita un peso de encima.

Y el tuli??? El tuli es un amor, pero como todos los hombres, y todas las relaciones, es agotador y a veces difícil de entender. Si entender a un hombre es difícil, imaginar que además habla otro idioma y ha sido criado en una cultura diferente a la tuya. Pues eso, equis al cuadrado.

Supongo que ahora entenderéis que me falte el tiempo para actualizar el blog. Me falta tiempo hasta para amueblar mi cabeza y hasta para respirar.