lunes, 17 de octubre de 2011

De vuelta

El primer día despues de las vacaciones es siempre (o casi siempre) un día para olvidar. No sienta nada bien eso de levantarse a las 6 y media de la mañana cuando llevas una semana durmiendo más que las mantas, aunque quizás a horas poco normales. No sienta nada bien el pasarse el día de café en café para despertarte y para intentar encontrar algo de motivación para trabajar. Y no sienta nada bien salir con camisa, jersey y cazadora cuando llevas una semana en bikini, pantalón corto, o camisetas de tirantes. Y no es que haga mucho frío, es que pasar de casi 30 grados y sol a los 4 o 5 grados con niebla que había esta mañana es una tortura china.

He tenido una semana fantástica, primero descansando en El Campello (Alicante), luego turismeando en mi ciudad (además de salir de noche a celebrar los Pilares) y finalmente en Barcelona, preparandome para volver a Holanda. Me he bañado en el mar, he dormido todo lo que no había dormido antes y he comido como una cerda.

Desgraciadamente no llegué a tiempo de despedirme de mi abuela, que 'decidió' morirse un día antes de que yo pusiera un pie en España, de repente y silenciosamente se apagó. Tampoco llegué a su entierro, pero casi hasta me alegro, porque no haber estado en todo lo que el velatorio y entierro conlleva me ha ayudado a aislar un poco los sentimientos y aceptar el echo de que no voy a volver a verla de una forma bastante fría. No sé si esto es bueno o es malo, pero parece que he desarrollado una especie de talento para bloquear todo lo que me hace daño.

De todos modos, y aunque suene muy fríbolo, de nada sirve llorarle a un muerto, lo que hay que hacer es hacerle sonreir mientras esté vivo. Y yo he ido a visitarla todas y cada una de las veces que he pisado España. Además, podemos sentirnos afortunados, porque ha vivido 14 años más de los que todos esperábamos: Hace 14 años entró en coma y ningún médico nos daba esperanzas. Fliparon cuando despertó, y siguieron sin darle mucha esperanza de vida. 14 años más señores médicos, 14 años más persiguiendo a las gallinas con la escoba en la mano.

Pero no todo han sido malas noticias. Esta semana tambien he sabido que Iza, mi mejor amiga en Glasgow, ha tenido un bebé precioso. Y que por fin, despues de 3 años, otra buena amiga ha vencido la batalla contra la anorexia. Me ha encantado verla completamente recuperada físicamente despues de todo lo que ha pasado en los últimos años.

Ahora, vuelta a la actividad normal. O mejor lo dejamos para mañana.

3 comentarios:

  1. Me encanta como escribes, sincera y literaria tu experiencia.

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  2. Siento muchísimo lo de tu abuela. Entiendo lo que dices de que al vivirlo desde lejos se lleva mucho más fríamente.

    La mía murió hace un mes, y la verdad es que lo llevo muchísimo mejor que la familia que lo ha sufrido día a día.

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  3. Siento lo de tu abuela; desde que estoy aqui, se ha muerto gente muy cercana, y lo que dices es verdad.

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