Relax

Me estoy relajando, que la verdad que de vez en cuando me hace falta. En Glasgow no me relajo, siempre estoy haciendo cosas, currar, las clases de español, o mis viajes, que los hago con gusto, y me relajan mentalmente, pero físicamente acabo reventada.

Hoy me he levantado a las 10 y pico, y lo primero que he visto es a Veda observandome desde los pies de la cama. Me la he quedado mirando y me ha bostezado. Esa es la forma que tienen los perros de transmitir relax. Cuando quieren mostrarte que están pachones o que quieren que te relajes tú, bostezan. Después se me ha acercado poco a poco y me ha hecho mimos.

Después de desayunar nos hemos ido de paseo. Pasear con ella por el campo me hace sentir bien. Observo el paisaje como si no me hubiese pasado 27 años de mi vida paseando por el mismo camino y por el mismo pueblo. Me llaman la atención las casitas de una planta, de techo casi de uralita, fachada blanca, tan típicas en andalucía...y en mi barrio, donde viven andaluces, gente de la generación de mis abuelos que dejaron el sur y vinieron al barrio. Veo gente nueva, que lleva pocos años en el barrio, y me sorprende ver que la gente mayor aún me reconoce cuando yo no los reconzco a ellos. A menudo me paran y me dicen, tu eres la nieta de.....??? huy hija mía eres igualita a tu abuela, ay! que mujer más santa...

Despues del paseo viene la comida, y después, y aunque mis vecinos estén a punto de mandarme al psiquiatrico, me he enfundado mi bikini y me he salido al jardín a disfrutar de Lorenzo. Tengo que reconocer que no era el día más caluroso del año, y que el cierzo soplaba fuertecillo y fresquito, pero todo es buscar el rincón donde sopla menos. Además, si en tu lugar de residencia es raro que sientas el sol calentar en tu piel, el aire como que es secundario. Me he tumbado con mi libro a leer, después me he dado cuenta de que estaba más concentrada en la sensación del sol en mi piel que en el argumento del libro, así que he decidido dedircarle al sol mis 5 sentidos. He dejado el libro debajo de la tumbona y me he concentrado en la sensación del sol tostando mi piel. Es una sensación superrelajante, y muy placentera, creo que nunca me había parado a pensar en la sensación...sólo en la consecuencia (estar menos blanca) Ahora es distinto, el simple echo de estar bajo el sol me carga las pilas, me llena de energía, me hace sentirme más positiva, más feliz, más....yo.

Veda estaba tumbada al lado de mi tumbona, observandome otra vez, y captando ondas sonoras con sus orejotas...en realidad estaba en posición mamá protectora, barriendo con la mirada el perímetro de mi jardín, y disuadiendo a la gente de pararse en la valla del jardín a mirarme. Me resulta graciosa su cambio de actitud en esa situación, pasa de ser una perreta mimosa, a ser una perra guardiana. Yo la prefiero de mimoseta, pero también sé que a mi nadie me pone un dedo encima en su presencia :)

Salvo el último párrafo, lo que trato de mostrar en el resto del post, es cómo una experiencia puede hacer que veas de forma muy diferente cosas que en realidad son cotidianas...cómo te cambia la percepción...y cómo a veces eres consciente de ello, igual que yo lo era mientras observaba cosas que siempre han estado ahí, pero nunca he visto.

Para ilustrar el título del blog, he elegido una foto que tomé ayer de Veda, enroscada a los pies de mi cama, y con la cabeza apoyada en mi pierna, completamente relajada. Ahora mismo está tumbada larga, y con la cabeza apoyada en mis caderas. Mientras yo no me mueva ella seguirá tranquilamente durmiendo. No es eso relax? Tendrá la mente en blanco?