lunes, 25 de febrero de 2019

Jardinería

Por fin parece que la primavera está asomando. Un tanto extraño eso de tener 16 grados y sol a final de Febrero...y sin haber tenido un invierno frío, ha sido más bien moderado.

Lo que suele pasar en cuanto se huele la primavera en el ambiente es que todos salimos a vestir al jardín, que está desnudo tras el invierno. Nosotros además de vestirlo, lo hemos tenido que acorazar para evitar perros escapistas.

Huy espera que no os lo he contado. En Octubre estaba yo una mañana en el jardín haciendo cosillas
y andaban Kiva y Shake dando por el saco por alrededor mía....hasta que me descuido medio segundo, vuelvo a mirar arriba....y sólo veo a Kiva. El puñetero de Shake se había esfumado. El muy cabrón había hecho un agujero en el suelo en una zona de la valla que está un poco oculta por una caseta (de ahí que yo no me pispase de que el animal, día tras día, había estado trabajando por su libertad. Casi me dá un soponcio, Kiva junto a mí mirandomé con cara de niña buena y ni rastro de Shake. Cuando ví el agujero ya imaginé el resto. Una hora en bicicleta buscando al puñetero por el pueblo....y el granuja apareció en la puerta de casa cuando se cansó de la excursión....

El caso es que ahora hemos instalado cañizo verde oscuro todo alrededor de la valla para que no vea a los gatos que pululan por ahí....y hemos puesto baldosas de piedra todo alrededor para evitar que haga más túneles....

Y para que parezca un poco menos Guantánamo, hemos puesto macetas con flores todo alrededor!

Veremos a ver si nos dura el invento o si la bestia parda es más creativa que nosotros!!

1 comentario:

  1. Lo del rollo de la jardinería, para gente que como yo, que no somos de campo, es toda una aventura: entre que no tengo ni idea y que no sé cuánto agua hay que poner, o cuando florece tal o cual cosa, el jardín parece una extraña mezcla entre lugar abandonado cruzado con Jurassic Park (tengo un rosal de casi 3 metros de alto: tremendo).

    Se admiten bri-consejos :-)

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