Pausa

Después de unos días por mañolandia he vuelto a la rutina diaria. Y supongo que me sienta bien eso de volver a mi casa y volver a eso, a la rutina que yo me he establecido, ya que sigue costandome salir de todo lo que no esté planeado.

A pesar de que el trayecto a Zaragoza se me hizo eterno, y me hundió de nuevo en la miseria por un par de días, podría decirse que este viaje ha sido positivo. Me ha dado para pensar mucho y para empezar una etapa de cambios. Y uno de los cambios lo podéis ver en la foto, me he hecho un tatuaje. Ya rondaba la idea por mi cabeza un par de años, pero parece que tengo tendencia a hacer este tipo de cosas tras rupturas traumáticas. La primera me trajo el piercing en el ombligo y la segunda me ha traido las dos patitas y, aunque ambas cosas tienen un significado que no es ellos, sí se podría decir que es una forma de marcar en mi piel, o en mi cuerpo dos eventos que me han afectado mucho. Podría decirse que llevo en mi piel a las dos parejas que han sido importantes en mi vida. Y como dijo una amiga mía, más vale que no pasen por mi vida muchos más o no tendré trozo de piel que marcar.

Y no es la única cosa radical que he hecho. Un clásico. Irse a la peluquería y hacer un cambio radical. Yo creo que mi tía, la dueña de la peluquería, creyó estar soñando cuando por primera vez en 30 años le dije 'haz lo que se te ocurra, pero que se vea diferente' Y vaya si se ve diferente. Hay gente que se queda parada varios segundos hasta que me reconoce. Misión cumplida, supongo.

Otra cosa que me ayudó fue seguir el consejo de Paquito, cogerme el ipod y pasear por la ciudad un par de horas perdida en mis pensamientos. Me iba fijando en las calles, las tiendas, la cara de la gente y me vinieron a la mente muchos recuerdos. Caras de gente que no conoces pero que te cruzabas habitualmente en el pasado te transportan a ese momento. Supongo que eso te recuerda que una vez, tuve una vida, fui alguien. Y tambien me ayuda a ver el camino largo recorrido en estos casi 6 años. Ya no tengo la vida que tenía hace 6 años, ni la quiero, ya no soy quien era, ni quiero, pero ahora mismo ni sé qué vida tengo, una provisional por ahora, ni sé quién soy. Supongo que es lo que tiene esa 'huida hacia delante' que hace tiempo mencioné. Corro y corro y corro pero no sé muy bien hacia dónde.

Al final, cada cual tiene lo que se merece, para bien, o para mal. Y yo no estoy ni siquiera cerca del final.