Hace ya un rato largo que no escribo nada personal, de esas cosas que salen del alma y que sólo escribo refugiandome detrás de una pantalla. Esas cosas que escribo engañándome a mí misma y pensando que me leen cuatro gatos y que, en realidad, sólo conocen a Pelocha, pero no a mí, a mi nombre y mis apellidos. Pero, para que vamos a engañarnos, ni sois un puñado ni sois, muchos de vosotros, desconocidos.
El caso es que buscando a ver cuando fue ese último rato de intimidad entre nosotros, me he encontrado con un post que empecé a escribir hace muchos meses, pero que nunca llegó a ver la luz. Un post provocado por un link que alguien que conozco puso en su facebook y que me llegó al alma. Os recomiendo leer el link antes de continuar:
http://www.eluniversodelosencillo.com/sal-con-un-valiente/
Leer ese link me removió todo. Supongo que estaba también en una epoca más sensible o en un día menos racional, porque hoy me lo he vuelto a releer y me ha tocado mucho menos, aunque no por ello me parece un texto peor, que conste.
Volviendo al tema del post, si algo he aprendido de mi ex es a huir de los cobardes como uno huye de la peste. Porque mi ex era un cobarde. Ser cobarde no es ser mala persona, que conste, puedes ser una persona excelente y seguir siendo un puto cobarde...y yo de cobarde, no quiero saber nada. No los quiero como pareja, pero tampoco quiero amistad con gente que no le pone un par de huevos a esta vida.
Si me topo con alguien que con 30 años o más me responde que no sabe qué quiere en su vida, salgo corriendo como si me fuese la vida en ello. Con 30 años ya tienes que saber qué quieres, o al menos qué no quieres en esta vida, porque ya no tienes 15 años, ya no eres un adolescente, ya no deberías pensar sólo en hoy sino también deberías pensar en que existe un mañana. Y si tú no sabes cómo quieres que sea tu vida dentro de 5 o 10 años, tampoco vas a saber si quieres alguien a tu lado o no, ni si quieres que la persona que ahora está a tu lado sea la que siempre lo esté.
Durante este verano, la pregunta que me hizo mucha gente es, Pelocha, y tú qué, para cuando noviete? Ya es hora de que te quites el luto no? No, ni luto ni hostias. Yo no quiero a una persona a mi lado porque sí, para no estar sola. Por gracia o desgracia sé muy bien lo que quiero. Sé que tipo de persona quiero a mi lado, y no los encuentro cada día. Cada día me cruzo con un montón de hombres que me parecen guapos. Cada día veo hombres que, diciendolo así un poco a lo bestia, tienen un polvazo. También he conocido hombres interesantes, simpáticos y agradables aquí y allá. Pero ya. No despiertan ningún interes por mi parte. En muy escasas ocasiones me he topado con alguien que, así a voz de pronto, podría encajar con lo que busco. Y ahí se ha quedado, en un pensamiento fugaz. Y a otra cosa mariposa.
También este verano un par de conversaciones profundas, con miembros del genero opuesto, que parece que sirvieron para poner palabras a las cosas que pienso o que siento. Es extraño que a veces es dificil sacar de tu mente los pensamientos y traducirlos a palabras. O a imagenes. O a cualquier otro formato que permita compartirlo con otros humanos y que se entienda. Una de las conversaciones, con mi novio en la universidad, M, sirvió para definir, para poner palabra a una característica que siempre busco en un hombre. Ser buena persona, tener buen corazón, buen fondo. Tan fácil y tan difícil. Parece que sí, pero en realidad no abunda mucha gente en este mundo con este atributo. Además es algo que no se ve tan fácilmente. No es tan visual como la belleza, el dinero o el poder. Todas mis ex relaciones estables son buenas personas, y mis ex ligues duraderos tambien. Pero las buenas personas a veces hacen cosas malas. Esa misma conversación sirvió para pensar que, a veces la vida es muy puta, y te pone personas en tu camino en momentos equivocados. En mi caso, a mí la vida me puso en mi camino a una persona que me ofrecía estabilidad y toda una vida juntos cuando yo no estaba en esa fase, y años después, cuando yo lo que busco/buscaba es, precisamente estabilidad y futuro juntos me puso en mi camino a alguien que salió por patas ante esa perspectiva. Qué hubiese pasado si la vida hubiese intercambiado el orden? Pues no se sabe ni nunca se sabrá. De echo, tampoco quiero saberlo.
Mi segunda conversación con especimen de género opuesto fue también intensa. El susodicho ha salido relativamente hace poco de una relación que le ha tocado. Estamos en fases completamente diferentes yo creo coincidimos en algo. No estamos preparados para otra relación. Yo personalmente me he acostumbrado a estar sóla. Hago lo que me apetece, sin contar con nadie. Entro y salgo como quiero, como lo que me da la gana, viajo donde quiero como quiero y con quien quiero, y organizo mis días, vacaciones y fines de semana de manera completamente unilateral. Cada cita que he tenido no ha sido con ilusión sino más bien pensando en lo que pierdo: mientras estoy tomando un café con un completo desconocido, no estoy invirtiendo ese tiempo en amistades o en mí misma. Y esa es más o menos la visión que tengo ahora de una pareja. Sí, me encantaría tener a un compañero de vida a mi lado, pero, si me pongo a pensar en el tiempo, dinero, esfuerzo, emociones, etc que tienes que invertir en una persona hasta que de verdad se convierte en compañero de vida, me da una pereza horrible y me vienen a la cabeza mil alternativas en las que invertir todo eso. Y todo esto sin siquiera contabilizar 'los intentos' , toda esa gente que se sube a tu vida y se baja en la siguiente parada, bien porque tengáis destinos diferentes o bien porque esa persona nunca tuvo intenciones de iniciar un viaje largo contigo. Y, en este mindset, en este estado mental, lo mejor que se puede hacer es mantenerse al margen, no vale experimentar, porque hay que ser consciente que cuando juegas, juegas con los sentimientos, el tiempo, el esfuerzo y las emociones de otra persona....
Mi frase hace algunos años era lo que no te mata te hace más fuerte, hasta que Mortizia, una ex bloguera y amiga dijo "what does not kill you leaves you a scar" (lo que no te mata te deja una marca)...y me adueñé de su frase. Supongo que esta es la marca que me dejó alguien que nunca mereció tener lo que yo le ofrecía, por buena persona que sea. Ningún cobarde merece que ninguna persona le ofrezca absolutamente todo lo alcanzable y lo inalcanzable.
Y si ver o pensar en M. normalmente me inspira sentimientos de admiración, cariño y ternura por alguien que fue importante en mi vida, pensar o ver al tulipán despierta lo peor de mí, asco, ira, odio...