Monasterio de Piedra

Una buena forma de pasar el domingo (no resacoso) es haciendo una excursión...al Monasterio de Piedra!

El Monasterio de Piedra está a 105 km de Zaragoza. Se tarda como hora y media en llegar (la carretera está en obras en muchos tramos). Está muy cerquita de la laguna de Gallocanta, así que se pueden visitar las dos cosas en el mismo día. La entrada es de 13 euros, y con ella puedes pasar a ver tanto el parque como el monasterio en sí.

Nosotras entramos primero al parque. Te dan un mapa con dos líneas, una roja y una azul. La roja es la que tienes que seguir para ver todo. La azul es la que te lleva a la salida. Una vez que entiendes esto (con un episodio de barrio sésamo ya basta, dos si eres "lento" aprendiendo) te puedes meter el mapa en la mochila y simplemente seguir las flechas rojas que hay en tooodo el camino. Si eres un poquito inseguro, puedes seguir con el mapa en la mano no vaya a ser que te pierdas. El recorrido es de unos 5km

Antes de entrar en el parque hay un merendero. Y también un bar donde por 3,5 euros tienes bocadillos de tamaño decente. Dentro de el parque se supone que no puedes entrar comida (probablemente porque tienen rapaces en jaulillas), aunque no te registran. La gente parece respetar esa norma, o al menos si no la respetan, comen bastante discretamente y no tiran los restos al suelo. Nosotras pasamos el bocadillo, pero nos lo comimos donde había una zona de descanso con bar incluido.

El parque está en una zona muy seca, mientras llegas en coche ves campos de cereal, tierra rojiza, pinos, vegetales de monte...no te imaginas lo que el parque esconde. Ellos te dicen que el parque está en una zona con microclima propio, que hace que toooodo sea verde, haya cascadas de agua y grutas. A mí me pareció que al traspasar la entrada del parque, de pronto, estaba en Escocia, más que de manga corta y con sol. Tooodo verde. Sinceramente, me cuesta mucho creer que tooodo lo que hay en el parque sea natural....por ejemplo, la caprichosa, es una caida de agua demasiado ancha y bonita para ser real...

La parte del parque que más me impresionó, o mejor, la única que me impresionó, fue la gruta Iris. Nunca había visto nada igual. Impresionante. Y te sientes como en Escocia, por el aguacero que te cae encima. También me gustó La Caprichosa, aunque dudo de su autenticidad....El resto de cascadas...pues sí son bonitas...pero el haber visto gratis, en mitad de un bosque en Escocia, caidas de agua más grandes y completamente naturales hace que las cascaditas de el Monasterio de Piedra te parezcan menos bonitas...

Si queréis ver fotos aquí: http://www.monasteriopiedra.com/default.aspx?info=0000A6

Una vez vimos el parque, salimos y nos dirigimos a la parte del monasterio propiamente dicho. Tiene dos plantas (más una subterránea), de las cuales sólo se puede visitar una (y la subterránea). La segunda planta, que es donde dormían antes los monjes, es ahora un hotel de 3* El edificio del monasterio es una mezcla de cosas que ya he visto. El jardín central, que los monjes consideraban el paraíso, es muy parecido al que hay en la Aljafería, y también a uno que ví en Utrech. La Abadía me recordaba un poco a la de Melrose, sólo que la de Melrose se conserva mucho mejor y es muuucho más grande. Quizás tiene parecido a la abadía del castillo de Holyrood...pero la versión escocesa es más bonita...El recorrido lo hicimos con un guía...que no debía tener su mejor día por cierto. Creo que un guía más motivado le hubiese dado otro toque a la visita. Era como un robot leyendo sin entonación la wikipedia. En realidad parecía un chico tímido mirandose los zapatos y repitiendo de carrerilla algo que tenía memorizado. De echo en la entradilla en lugar de decir algo como "si tenéis alguna duda preguntadme" dijo "si alguno de ustedes los visitantes tiene alguna pregunta, por favor no duden en consultarlo con el guía que les acompaña"

Algo interesante que nuestro guía (la alegría de la huerta) nos contó fue que el Monasterio de Piedra fue el primer sitio en europa donde se tostó chocolate, puesto que alguien lo envió como regalo a uno de los monjes del monasterio.

Otra cosa interesante es que en el monastario convivían dos tipos de monjes, los profesos y los conversos, aunque no tenían nada de trato directo entre ellos. Los profesos religiosos "por vocación" y podían venir de familias más humildes. Vestían de marrón, y no tenían la categoría de monjes ni nunca podían llegar a serlo. Se les contrató en un principio para ayudar en el campo.

Los monjes profesos comían todos juntos en un salón, mientras que otro monje les iba recitando partes de la biblia (cada semana era un monje distinto). El escuchar el sermón (nunca mejor dicho) era obligatorio, así que si alguno estaba enfermo y no podía bajar a comer tenía que asomarse por una ventanita que hay en la planta de las habitaciones y que da al salón. Aunque tuviese las tripas en la mano. Pobrecito, imagina que estas con gripe, con fiebre, no te sostienes en pie...y tienes que arrastrarte de tu cuarto al pasillo para asomarte a la dichosa ventanita y escuchar durante media hora el sermón. Seguro que después te sientes mucho mejor...ande vamos a parar...

Como conclusión, la visita merece la pena, especialmente si NO has vivido en Escocia, porque las cosas te sorprenderán más que a mí. Pero se les ha ido la pinza con la entradita a 13 euros. Se les ha ido mucho. Y sigo sin creerme que todo eso sea completamente natural. Amos, ni de coña, que Nuévalos no está en mitad del pirineo, y el río gállego no tiene esos saltos de agua...Y si has vivido en Escocia, pues de jo*es y vas a verlo igualmente, que es patrimonio de tú país, y si tienes tiempo y pasta para visitar el extranjero saca pasta y tiempo para visitar tu país (ejem, eso es lo que me han dicho a mí, no son mis palabras...uhmm)