miércoles, 17 de enero de 2018

Volviendonos rurales

Parece que el tulipán y yo hemos empezado el año un tanto ruralizados. No sé si será porque yo he pasado de vivir en la ciudad a mudarme a un pueblín y eso ha resucitado mi parte rural (sip, confieso haber crecido en un barrio rural, pueblo para entendernos), el caso es que hemos metido las narices en asuntos que no son de gente de ciudad.

Empezamos por, ya en Octubre, enamorarnos de la barrica de vino que veis en la foto. La vimos tras una visita a la bodega en Cariñena en la que mi familia compra el vino desde hace aaaaaños. Como íbamos en avión, la reservamos para recogerla estas Navidades (ya que sabíamos que íbamos a ir en coche). Y ahí estaba nuestra barrica de 30 litros. Como no tenemos ni puñetera idea sobre el arte del vino de tonel, pregunté a la mujer de la bodega, a mi mejor amiga (su familia guarda vino en casa) y a mi tío, que lleva 15 años teniendo vino de barrica en casa. Tiene gracia, porque cuando preguntas a varias personas sobre el mismo tema, no se ponen de acuerdo. Hay gente que nos dijo que es dificil que no se te pique el vino, gente que dice que es fácil, gente que me dijo que seguro que el vino se me picaba porque Holanda está a distinta altitud que España, etc etc etc. Unos dicen que la barrica siempre tiene que estar llena del todo (por tanto solo puedes sacar al mismo tiempo que vas a meter vino), otros que simplemente me asegure de que no gastamos la mitad o más antes de rellenar........En lo único que todo el mundo estaba de acuerdo es en que llevaramos la barrica sin el vino a Holanda, con el vino en las garrafas, y que rellenasemos con luna menguante. Así de primeras lo de la luna me pareció una estupidez, pero si todo el mundo está de acuerdo en lo mismo, pensé, habrá que hacer caso. Así que hemos hecho caso. Así por lo pronto, los 35 litros de vino llegaron a Holanda sin picar, y el miércoles pasado procedimos a rellenar el tonel. Ahora tenemos que dejar el vino 2 meses sin tocar y después ya se puede probar. El plan es que lo vamos a dejar ahí hasta Abril, que viene mi hermano (creo) con más vino, y si este no se ha picado, en Julio traemos más existencias. Por ahora hemos colocado el vino en el trastero de las bicis, porque es la parte de la casa con temperatura más constante (no tenemos radiadores). Veremos a ver como nos sale el experimento (en el peor de los casos, tenemos 30 litros de vinagre casero de vino tinto)

La segunda locura es montar un pequeño invernadero casero en el jardín (con ayuda de mi hermano) en el que hemos plantado acelgas y borrajas, ambas, verduras típicas de mi tierra y que no sé venden fuera de España (ni siquiera sé si se venden en otras partes de España) En principio ambas son verduras muy resistentes al frío, así que en unas semanas espero que florezcan (si el temporal previsto para mañana no me vuela el macetero entero) y en unos meses están listos para comer.
Estámos tan satisfechos con el invento que nos planteamos montar otro cajón y plantar más cositas ricas. No sé qué cosas aún, pero fijo mi hermano me dá algunas ideas. Por cierto, que conste, esta no es la primera vez que juego a plantar cosas....desde pequeña y hasta hace sólo como unos 10 años, mi familia tenía una huerta, así que me pasé los fines de semana de mi infancia llendo a quitar malas hierbas, o recoger tomates/pimientos/judías etc . Sacar patatas era nuestra peor pesadilla. Eso sí, luego comer verdura de tu huerta es impagable.

Cual será nuestra próxima "aventura rural" ? Si por mí fuera, unas cuantas gallinas ponedoras de huevos :D

2 comentarios:

  1. Gallinas, un par de conejos, unas lechugas, frambuesas, zanahorias... En un pequeño jardín se pueden hacer ya muchas cosas! :-)

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  2. Fíjate que yo llevo años "ruralizado" y, entre unas cosas y otras, al final llego a la conclusión de que la única ventaja de una casa, versus un apartamento, es que tienes más espacio y más privacidad.

    El jardín para la primavera-verano, que es cuando puedes disfrutarlo: el resto del tiempo, no hay forma humana de sacarle partido, más allá de mirarlo desde la ventana, mientras las pobres plantas esperan su oportunidad para revivir :-))

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