jueves, 22 de enero de 2015

Mis amigos investigadores

Noticias como esta y esta han aparecido en los últimos días y no puedo evitar cabrearme. De hecho, creo que todo el mundo debería cabrearse. Pero he aprendido que muchas veces la gente sólo entiende las cosas cuando les toca de cerca, y sólo se cabrea cuando les pasa a ellos o gente que conocen y aprecian. Igual es por eso que yo lo entiendo y me cabreo, porque afecta a dos personas que conozco y que aprecio. Y he decidido compartir sus historias. Espero que les haga ilusión y no quieran matarme.

Conocí a J hace 7 años en Glasgow. Investigaba algo relacionado con el cáncer (no sé muy bien el qué) y fue a Glasgow a hacer una estancia de unos meses para formarse aún más de lo que ya estaba formado. Entendí que iba a aprender una técnica con ratones que se usaba allí. No me preguntéis porque no tengo ni idea de qué técnica ni qué tiene de especial. Después de ese tiempo se volvía a su querida España, donde tenía a su novia, su casa y en definitiva su casa.

J. tenía una formación que yo no tengo ni tendré. Se había pasado toda su vida para ser lo que es por vocación. Y creo que él mismo me dijo que la investigación la haces sólo con vocación, porque no te va a dar dinero, y satisfacciones las justas. Ahí caí yo en la cuenta de que la mayoría de los investigadores trabajaban con becas, que no llegaban ni a mileuristas y que encima ni cotizaban. Así tratamos a nuestros cerebros? Eso es lo que me pasó por la cabeza en esos momentos. Escuché muchas veces como ese magnífico investigador, y mucho mejor persona, me contaba las veces que había pensado en mandarlo todo al carajo y dejar ese mundo tan poco apreciado. Por cierto, si yo escribo un blog es gracias a él, le copié la idea. En aquellos entonces no tenía ni idea de lo que era un blog.

En Holanda, hace 4 años, conocí a C. , otra investigadora en la cuerda floja, como todos. C. es, igual que J. , una gran persona, y fue durante dos años mi compañera de correrías. C. , aunque seas una sosa y no des abrazos, te lo perdono, debe ser consecuencia del lugar de nacimiento. C. estaba en Holanda, igual que J. , ampliando su ya extensa formación en su especialidad (Leucemia?). Con C. aprendí que se han hecho algunos progresos y que ahora algunas becas hasta cotizan a la seguridad social. Osea, que estos grandes cerebros, con un poco de suerte, igual cuando sean viejos no acaban bajo un puente y con la pensión no contributiva. No os parece vergonzoso? A mí sí.

Y qué ha sido de J. y C. después de estos años?

J se quedó sin trabajo. El talento parece ser que en España no se valora. Por suerte fuera de España sí se valora, y en muy poco tiempo encontró un puesto acorde a su formación en algún punto de europa. Su mujer y su hija, recién nacida, le siguieron. Y por lo que veo en el Facebook de ella (otra heroína en esta historia) son felices. Al menos tan felices como puedes ser cuando estás fuera de tu casa y lejos de los tuyos sin tú quererlo. Secretamente pienso que ellos serán parte del alto porcentaje de gente que no volverá a España más que de visita. España se lo pierde.

C. sigue luchando con uñas y dientes. Tendrá trabajo mientras siga consiguiendo financiación externa. Para ello pasa hoooras buscando convocatorias a becas y escribiendo propuestas (o como lo llamen en su lenguaje) y cuando no la tenga, como no está dispuesta a irse de España, trabajará de lo que buenamente pueda. No dudo que C. sería una cajera de supermercado cojonuda (algunas veces hemos bromeado sobre eso) pero no es un poco talento desperdiciado?


Estos dos ejemplos hacen que me cabree al leer artículos en el periódico del estilo de los dos que puse antes. Y también me hace recordar lo afortunada que soy de estar fuera de España por gusto, y no forzada. Yo no me considero parte de la fuga de cerebros, porque para empezar, mi cerebro no vale tanto. Para eso dios me debió dar piernas largas, culo respingón y pelo rubio. Para compensar.

miércoles, 21 de enero de 2015

Instagram

Estas Navidades, y por la mala influencia de mi primo, me he Instagramizado. Vamos, que me he hecho una cuenta de Instagram. Como no contiene fotos de mi careto, sino de cosas que veo y que me gustan o no, he pensado que igual os interesa a mis fieles seguidores!

Los que no tenéis ni idea de qué es Instagram, mejor seguir así. Ignorar mi post (tú también mamá) Los que sí sepáis lo que es, tenéis el link a mi cuenta a la derecha...y sino me buscáis por pelochalivingabroad. El contenido sólo se ve si me mandáis una petición y os la acepto. Y a mí me ayudaría mucho que me pusieseis aquí abajo un mensajito (no anónimo) en plan hola te he mandado una petición a nombre de blablabla!!. Así relaciono mentalmente vuestras dos personalidades online :D

Así un poco para venderme: actualizo Instagram mucho más que el blog :p

viernes, 9 de enero de 2015

Sin maleta!

Lo primero de todo, Feliz Año Nuevo! Lo segundo, Paquito, como ves, reacciono a los tirones de orejas de mis lectores exigentes. Madre mía, un mes sin escribir! No voy a poner excusas, soy una vaga rematada y aunque me gusta mucho escribir en mi blog, sólo lo hago cuando me apetece, y parece ser que últimamente, me viene la musa cuando no tengo un ordenador cerca...y para cuando me siento delante del ordenador, la musa se fue.

Como muchos de vosotros, he estado de vacaciones Navideñas, 3 semanas ni más ni menos, uno de los lujos de mi nuevo trabajo. El caso es que el viaje empezó un tanto accidentado...os cuento:

Volé con KLM, compañía aérea holandesa de gran reputación. DE esas que tienen azafatas más veteranas, más amables, que te dan un bocadillo gratis en el vuelo, un refresco, un cafecito o té y hasta una galletita, todo eso gratis! Y a veces, hasta puedes repetir! También gratis! Una ya no está acostumbrada a esos lujos y ya con que no me toquen mucho las narices si mi maleta de mano mide un centímetro más, me conformo. Como facturaba maleta, fui al aeropuerto mucho antes, vamos, llegué como 3 horas antes de la salida de mi vuelo, y menos mal, porque si hubiese llegado menos holgada me hubiese quedado en tierra. Claro, era el 23 de Diciembre, y aunque pensaba yo (ilusa de mí) que nadie quiere volar tan cerca del 24, pues me equivoqué. No sé cuanto rato estuve en la fila de los mostradores para soltar mi maleta facturada, pero fijo que 45 minutos. Como iba con tiempo, no me estresé mucho. Una vez ´donado´ mi maleta a los trabajadores de klm me fuí a la fila de seguridad...y os juro por Snoopy que jamás en mi vida he visto semejante fila en la seguridad del aeropuerto de Schiphol (ni de ningún otro aeropuerto). Los trabajadores del aeropuerto locos intentando mantener un cierto orden en la fila kilométrica, gente intentándose colar, otros en pleno ataque de pánico al ver que su vuelo salía en una hora y la fila tenía pinta de ser más larga...conforme nos íbamos acercando a la zona de las cintas (donde sueltas todos tus trastos para escanear) los de los scaneres trabajando a pleno gas, y el de seguridad intentando encontrar en la fila a la gente cuyo vuelo salía en media hora o menos para ir colándolos. Un chocho de impresión. No hice foto (o vídeo) porque está prohibidísimo. Yo no sé cuanto rato estuve en la fila, pero una hora larga seguro. Luego, siempre tengo la suerte de, 1- Ir detrás de la típica persona que no ha cogido un avión en su vida y que tarda mil años en poner las cosas en la cinta, sacar todo lo prohibido, discutir con el de seguridad porque quiere llevarse la navaja suiza sí y sí en el avión, etc etc y 2. siempre me toca que me cacheen, y que me abran la maleta de mano/bolso porque algo les parece sospechoso (esta vez fueron las llaves...)

Cogí el vuelo. A tiempo. Sin problemas. Aún. Me tocó una mamá con un bebé de 8 meses al ladito. El bebé acabó sentadito encima mío mientras sus papis colocaban sus trastos en el compartimento adecuado. Creo que todo esto sería la pesadilla de cualquier viajante habitual, pero el niño era una monada, me hacía ojitos (su madre dijo que estaba ligando conmigo) y no lloró en todo el viaje.

La que casi lloro soy yo cuando el piloto, casi aterrizando, nos informa que 40 maletas de ese vuelo no iban en el avión, que se habían quedado en Amsterdam. En un vuelo de menos de 100 personas, donde se paga por facturar, calculo que máximo el 60% factura...si de unas 60 maletas, han olvidado 40, supe inmediatamente que mi maleta no era una de las afortunadas en llegar a buen puerto. Las sospechas se confirmaron al no salir mi maleta por la cinta...no salieron ni 5. Días después me enteré de que prácticamente toda maleta que pasó por Schiphol el 23 de Diciembre, no llegó a su destino...En fin, que esto supuso una cola enorme para el mostrador de problemas con equipaje...ahí agradecí que mi billete de AVE era como 4 horas después del aterrizaje...a las 4...porque eran las 2 y yo seguía en la fila de dondelechesestámimaleta. Otros perdieron su AVE porque, aunque puedes rellenar el parte por internet, a la hora de la verdad, sólo te hacen caso si lo haces en el mismo aeropuerto.

En la fila del mostrador de dondelechesestámimaleta, tampoco te solucionan nada. Te toman los datos y te dan un papelito con un teléfono para que llames 24h despues. El telefono es un 902 y cuesta un pastizal. Yo no esperé 24 horas, sino que desde esa misma tarde llamé tropecientas veces hasta que averigüé el paseito que se iba a llevar mi maleta. Veamos, el 23 voló a Barcelona por la noche, de ahí a Palma de Mallorca el 24 por la mañana, y se supone que llegaba a Zaragoza el 24 en un vuelo comercial. En una de las tropecientas mil llamadas, me dijeron que tenía que esperar a que me llamasen del aeropuerto de Zaragoza para ir a recogerla. No obstante, yo averigüé la hora de aterrizaje de ese vuelo (es un aeropuerto pequeño...así que es fácil), las 4 de la tarde. Esperé pacientemente a que me llamaran: las 4, las 5, las 6, las 7...a las 8 se me hincharon los ovarios y llamé a KLM por enésima vez. Yo creo que estaban tan harrrrtos de mí que me dijeron (muy amablemente) que llamara al aeropuerto yo solita, pero que si no me habían llamado, sería que no estaba. Llamé, y después de que el tipo que estaba allí mirase las tropecientas maletas que habían llegado a Zaragoza procedentes de Schiphol via Barcelona y Palma de Mallorca, me informó de que, efectivamente, mi maleta llevaba allí unas horas...Menos mal que la habían mandado como urgente y con orden de llamar a los propietarios nada más llegase....sino me la traen los Reyes Magos.

Bueno, el caso es que, con la cena de Nochebuena en la mesa, y toda mi familia reunida, pillé por banda al primero que se ofreció voluntario y me fui directita al aeropuerto a por mi chiquitina...y la recogí sin que el tipo, que muchas ganas de currar no tenía, me pidiese ningún tipo de prueba que demostrase que esa maleta era mía. Le pregunté si quería ver mi comprobante y me dijo que no, que cogiese mis maletas y a correr. Sólo tenía una maleta, pero me podía haber ido con otra más de regalo de Papá Noel...