viernes, 17 de octubre de 2014

A la deriva

4 años hizo en Septiembre que vivo en Holanda, y 7 hará en Febrero que vivo en el extranjero. Cuento años y me asusto aunque en ningún momento ví esta 'aventura'como algo temporal.

El caso es que todo esto me hace pensar y dar vueltas a la cabeza cada vez que tengo medio minuto libre. Y para el poco rato libre que tengo, creedme que tengo demasiada 'vida interior'. Últimamente le doy vueltas a la cabeza a dos cosas:

PARANOIA 1

Ver que llevo 4 años ya, y sumando, en Holanda me dá vértigo. O más que vértigo, quizás claustrofobia más bien. O te mueves o caducas, y yo llevo 4 años parada y no quiero caducarme. El mundo es muy grande, Europa es grande, hay muchos países y ciudades por descubrir, y a mí me gusta descubir los sitios no sólo como turista sino viviendo allí. A veces pienso que soy masoquista, ahora que 'entiendo' Holanda, y siendo un país que me encanta, para qué complicarse la vida en un sitio nuevo. Alguien lo llamó el síndrome del culo inquieto.

PARANOIA 2

Esto, más que una paranoia, creo que es una realidad. Cuanto más años pasan más desconectada me siento. Veremos a ver si soy capaz de exponer en palabras lo que tengo en la mente. Cuando dejas un lugar donde has pasado la mayor parte de tu vida dejas atrás muchas amistades y familiares. Digamos que esa gente son cuerdas que unen el barco al puerto de origen. Pero según pasa el tiempo, esos lazos se van rompiendo: amigos que se mudan de lugar, como tú y por tanto ya no te vinculan a ese sitio, amistades que se erosionan o se pierden. Creo que esto ya lo he mencionado anteriormente, y ya lo tengo asumido, pero el número de cuerdas va cada vez siendo menor. Tanto que antes una semana no me daba para ver a todo aquel que quería verme, y este último viaje, con DOS días me ha bastado para ver a todas las amistades que tenían ganas/tiempo de verme y que estaban en mañolandia. A este paso con un par de horas me bastará. Viendo la parte positiva: vacaciones en Zaragoza realmente me sirven para descansar, porque paso más rato tirada en el sofá o en la cama en ese semana que lo que paso en Utrecht en los meses de entre medio.

Pero a la vez que pierdo vínculos con el lugar donde he pasado gran parte de mi vida, hago nuevos en el lugar donde vivo. El problema para mí es que hace falta tiempo para que esos vínculos sean fuertes, y un problema añadido es que, esos vínculos no son necesariamente 'permanentes en ese lugar' . Quiero decir, a veces estableces conexiones y esas conexiones, al cabo de un tiempo, se van del lugar. Lo que quiero decir es que esa gente son conocidos o son amigos, pero no tienen por qué ser cuerdas que te unen a ese lugar. A toro pasado es más fácil verlo: parte de mis lazos con Glasgow ya no están en Glasgow, por ejemplo. Y lo mismo pasará con Utrecht si un día me voy.

Todo esto hace que a veces me sienta como un barco a la deriva. Es una especie de sentimiento raro de soledad: es sentir que en esta vida caminas 'sólo' aunque rodeado de gente, aunque no estés sólo, aunque interactues con gente y esa gente sea importante. Tambien soy consciente de que todo esto es consecuencia de la vida que yo he elegido, y que voy a seguir a la deriva si sigo cambiando de país :p

Me juego una mano a que no soy la única con este sentimiento. Por favor, salvad mi mano!

13 comentarios:

  1. No, no eres la única. Supongo que es la consecuencia de ese "culo inquieto": que no terminas de echar raíces en ninguna parte y que, al final, ves todas las relaciones como algo temporal. Sabes que la gente va y viene, así que aceptas lo que te dan durante el tiempo que dure y asumes que el resto del tiempo vas a estar solo (o en un equipo pequeño, como nosotros). De todas formas, las relaciones van y vienen aunque te quedes en el lugar de siempre. No estoy segura de que sea una consecuencia exclusiva de nuestra vida nómada.

    ResponderEliminar
  2. Estoy con Torpe Dama: las relaciones también van y vienen aunque no te.mueves de lugar. A más años y experiencia acumulada, más vienen y van. Aunque moviendo tu culo de país en país, ese proceso se acentúa más y/o empieza antes y/o va a paso más rápido. Además entran varios factores: personalidad de cada uno/a (hay gente más de raices y gente más despegada), etapa de la vida en la que te encuentras (hay quien desaparece al tener pareja o hijos, hay quien no), evolución de las personas (hay quien sigue pensando igual, hay quien va cambiando) etc....

    ResponderEliminar
  3. En esas estoy, curiosamente, desde hace 3 años: cuando vuelvo a casa, cada vez más, me siento un "turista avanzado", esto es, alguien te entiende perfectamente el idioma, la cultura y la idiosincrasia, pero que no se siente parte de lo que ve, sino que, en cierto sentido, lo observo como un espectador, un narrador omnisciente de una historia que ya se ha contado...

    Y, como tú, también escucho esa voz en mi interior que dice: "Paquito... ¡Es hora de partir!"...

    Estás además en un lugar de paso: la gente no se queda en Holanda... Todos se acaban yendo y, cada vez, te cuesta más establecer vínculos y mantenerlos (es una sociedad aislacionista, donde todos tienen su vida y todo funciona, como bien sabes, bajo premisas perfectamente establecidas en cada fase de la vida... A nuestra edad ya deberíamos tener hijos y quedar con gente en cumpleaños de nenes y demás... No estamos ahí, así que no cuadramos).

    Que ganitas de mandar todo a la m... ¡Qué ganitas! :)

    ResponderEliminar
  4. Yo también tenía esa sensación, especialmente cuando salía de Coruña con destino a Amsterdam; no hubo día en el aeropuerto que no me echase a llorar despidiéndome de mis padres porque tenía terminantemente prohibido que fuesen los niños a despedirme (pero obligatorio ir a recibirme). Y eso ocurría cinco veces al año, en cada período vacacional.

    A pesar de que yo iba a volver sí o sí, todo era cuestión de tiempo (como mucho seis años, que a los tres meses de llegar ya reducí a 4), mi inesperada vuelta con motivo del divorcio hizo que supiese claramente cuál era mi sitio en el mundo: A CORUÑA. Tengo amigos en Holanda, claro que sí, todos vinculados a España (básicamente padres de alumnos con los que entablé amistad). Me apetece verlos, estar con ellos sin el stress de coger el tren para llegar a las clases o a casa de vuelta. Pero a pesar de que ahí ganaba un buen sueldo, no hay dinero en el mundo que pague tener esas "cuerdas" que te amarran a puerto: padres, sobrinos, hermano y cuñadas/o, los amigos de verdad, la gente del barrio... Ser de una ciudad como la mía es algo más que pertenecer a ella. Es sentirte integrante del lugar que te acoge, en mi caso el que nací, sensación que nunca conseguiría en un país como Tulipandia.

    Como dice Paquito, la sensación de "turista avanzado" la tenemos, en mi caso con el dolor de vivir tres años separado de mi familia y acrecentado por la ruptura de la misma. Ahora formo una familia "monoparental", quién me lo iba a decir a mí... Admiro a los que se fueron de España y se quedaron allí, compatriotas nuestros que ya no son ni de España ni de Holanda y que viven la paradoja de que sus hijos sí que se sienten holandeses mientras ellos quieren regresar cuando se jubilan.

    Yo lo tenía claro y lo tendré siempre: como en casita, NADA DE NADA, así que dejémonos de ver "Españoles en el mundo" y vivamos la realidad, hazte un dinerito que suponga un colchón económico y "vente pa España, Paca!!!!"

    Besazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Menudo profe, que dice "reducí" en vez de REDUJE!! Si es que hay que regularizar el idioma

      Eliminar
  5. Pues yo soy otra de esas "trasterradas" que diría el poeta y, aunque no veo envejeciendo en este país (Suiza), no siento esa necesidad de volver a España, ni siquiera como jubilada. El mundo es tan grande y fascinante! Por qué volver al sitio que voluntariamente decidimos dejar y al que, como muy bien dice pelocha, cada vez nos unen menos cuerdas? (por mucho que cuides las relaciones, se evoluciona y se cambia. Es ley de vida)

    ResponderEliminar
  6. Todo cambia... Y dependiendo de dónde seas, puede que aunque tú te quedes, casi todos se vayan, o vayan haciendo su vida, teniendo críos, trabajos en otros sitios, intereses cada vez más distintos... Entonces sí que ya no sólo te quedas sin "cuerdas" sino que caducas directamente.

    ResponderEliminar
  7. Pelocha, ahra nos educan para que nos falte algo en nuestro corazon y siempre estemos buscando algo, pero no sabemos que es, por ej. en temas de pareja, siempre nos dicen media naranja para buscar a otra media, cuando somos naranjas completas.
    Tambien nos educan para ser emocionales, y echar de menos algo.

    Alguna gente viene a nuestra vida, y pronto se van, otros estan un rato, y nunca mas somos los mismos.

    En temas de amistades, la amistad es algo mas profundo que tomar cafes, para mi personalmente y segun mi experiencia, la gente con pensamiento mas profundo, directo y que dice las cosas a la cara merecen mi esfuerzo mas, porque suelen ser los que aportan la discordia, el pensamiento diferente, y no buscan pensar igual que yo, porque no hay dos personas iguales.

    En cuanto al tema de echar de menos, y tambien la Paranoia 1, es decir lo de moverse y caducar uno mismo, depende del tipo de educacion, pero siempre tienden a educar para buscar cosas imposibles, en vez de realizarse a uno mismo y mejorarse como personas.

    En cuanto a la Paranoia 2, pues si, no es paranoia, uno acaba desconectando, y siendo mas pragmatico, y justo, y tiende a valorar a la gente por lo que en verdad vale, porque uno es mas maduro, no por lo que dicen que valen, o el tiempo que pases con ellos, porque eso no es amistad.

    Que crees que opniarian los marineros que sobrevivieron en Irlanda a la catastrofe de la Armada Invencible y establecieron una familia?

    La educacion es la que nos hace emocionales, y mediovacios, cuando con persona racional y logica, no hace falta pensar demasiado, sino actuar de forma logica y madura cuando llegue el momento adecuado, a veces sientes necesidad de mudarte de pais, y otras veces, no,depende de la persona.

    Pero los placeres sencillos son el refugio de las personas complicadas. Slds.

    ResponderEliminar
  8. Pufff, complicada situacion. Yo tambien soy de las que me he mudado un par de veces. Y si, se pierden amistades, se pierden vinculos. Pero se hacen nuevos! Cada cambio es un empezar desde cero y a mi eso me despierta el gusanillo. La cosa es que ya, siendo tres, se hace mas dificil. Y si encima te vas a un pais con 10 horas de diferencia... mantener esos lazos es muy muy complicado.. Pero si alguien quiere comunicarse contigo.. hay mil formas de hacerlo.

    Piensa que eres un barco en ruta, donde el viento te lleve...:-)

    ResponderEliminar
  9. Pues yo creo que ni sí, ni no, sino todo lo contrario.

    Como no voy a ser capaz de decirlo mejor que Cavafy, te dejo el link: http://www.cavafy.com/poems/content.asp?cat=1&id=74

    PS ¡Estoy viiivoooo!

    ResponderEliminar
  10. El problema de nosotros, los "ciudadanos del mundo" es que ya no encajamos en ninguna parte. Te vas, vives una gran experiencia, vuelves, ya no encajas, te vas, vives otra experiencia, pero como no eres local, a pesar de integrarte, mantienes parte de tu cultura, que, cuando regresas a España, no es la de un español que no se ha movido. Y aunque es maravilloso ser un culo inquieto, al final crea un poquito de frustración cuando no entiendes a los "paletos" (con perdón, que no lo quiero decir de forma insultante) que creen que como en su sitio, en ninguno.

    ResponderEliminar
  11. A pesar de ser 43 años un culo inquieto, "soy un paleto" y a mucha honra.

    ResponderEliminar
  12. También es una cuestión de edad. Cuanto más mayor te vas haciendo esas cuerdas (o una sola cuerda) va tirando con más fuerza hacia tu lugar de origen, o hacia tu país, tus raíces, tu cultura, tu gente, tu idioma, tu comida...tus padres más mayores...

    Ves la segunda parte de tu vida, la cuesta abajo, estás comenzando el "over the hill" y te planteas seriamente el retornar a tu país
    A mí ese momento me llegó hace poquito, llevando más de 12 años en el extranjero, y ya contando 13 años y medio, aquí estoy, en las Españas que me vieron nacer.

    Mucha suerte y no te comas mucho el tarro, todo llega cuando tiene que llegar.

    ResponderEliminar