jueves, 24 de abril de 2014

Helsinki

Mi último viaje hasta el momento ha sido a Helsinki. Y aunque ya estoy empezando a preparar el próximo viaje (a Ginebra) sí puedo decir que voy a tardar mucho tiempo en encontrar otra ciudad como Helsinki. Si tuviese/tengo la oportunidad sería una ciudad a la que me mudaría y en la que viviría una temporada (o una vida, quien sabe)

Es curioso, normalmente no me gustan las capitales como lugares para vivir. Supongo que es porque todas las capitales en las que he estado me parecen ruidosas, estresantes o demasiado turísticas. En cambio Helsinki es suuuuper tranquila y suuuuper silenciosa. Parece increible estar en la estación de tren central, o en la estación de metro y que, habiendo bastante gente en ella, no se oiga nada! Quizás es porque, como dijo C. , los finlandeses sólo hablan cuando es estrictamente necesario, en caso contrario no lo hacen. Po qué? Por la misma razón que no discuten o no se pelean: cuando hace un frío de cojones hay que ahorrar energía para no llegar al final del día agotado...y hablar, gritar o discutir, efectivamente, cansa.

La ciudad se puede ver perfectamente en un fin de semana, especialmente en estas fechas en que los días se van alargando. Ya en la primera tarde, A y yo, paseando tranquilamente por la ciudad vimos los principales puntos de la ciudad, sin mapa y sin proponernoslo. Nos dimos cuenta al día siguiente, cuando nos unimos por la mañana a un tour gratis y vimos...sí, exactamente lo mismo que el día anterior (la zona del puerto, la catedral, la otra catedral) y alguna otra cosa más. Después, con C paseamos hasta el lavadero de las alfombras, que además de servir para que la gente lave sus alfombras, es una zona donde los pijos pasean a la orilla del mar. Nos tomamos allí una cervecita rica. Despues nos fuimos a cenar. Estofado de oso comí yo. Rico rico...sabor parecido a la ternera diría yo. El restaurante se llamaba Savotta y estaba frente a la catedral. Recomendadísimo.

Otra cosa que hicimos fue, como no, ir al supermercado. Debería ser parada obligatoria para todos los turistas allá donde vayan puesto que te ayuda a entender muchas cosas. Lo primero que me llamó la atención es la variedad de fruta y verdura expuesta. No había visto tanta en mi vida. Vi frutas (y verduras) que no había visto en mi vida ni sabría qué hacer con ellas. La segunda cosa que me llamó la atención fue el precio. Prohibitivo. Un aguacate 5 euros (en holanda los tienes a menos de un euro). El salmon estaba a 25-30 euros el kilo. Otras cosas como leche, huevos, cosas enlatadas, etc me pareció que tenían precios del estilo al de los precios en Holanda. Por lo que he leido, el salario medio en Finlandia son 2.300 euros brutos y el salario mínimo unos 1.600. Si lo comparas con España parece mucho, pero si lo comparas con Holanda a mí me dá la impresión de que el salario de una persona normal en Finlandia es más bajo que el de un Holandés, y lo que se gasta en comer es mucho más, con lo cual el dinero te da para menos.

Según C, Helsinki, al contrario de lo que yo pensaba, no es un destino que a la gente le parezca atractivo para vivir. Supongo que es porque el clima es muy adverso y no es fácil pasarse el invierno sin que amanezca y el verano sin que anochezca. Yo creo que lo pasaría peor con el día perpetuo que con la noche perpetua.

El último día del viaje nos fuimos a desayunar a la playa/puerto que hay cerca de casa de C, en las afueras de la ciudad. Un placer estar rodeada de nacionales que hacen cola en la típica casita de madera finlandesa para comprar café y bollería. Muy agusto desayunamos en la terracita. Y es que tuvimos más suerte que un tonto, entre 15 y 20 grados y un sol que, a pesar de la brisa.

Una cosa a mencionar para aquellos que os planteeis visitar Helsinki, además de que el invierno quizás no es la mejor época, es que semana santa quizás tampoco es la fecha que deberíais escoger. Todas las tiendas, salvo excepciones, estaban chapadas. Pero también museos, etc. Y si esto no fuese poco, la ciudad estaba prácticamente vacía comparado con otras fechas. Por qué? Pues me contaron que justo este fin de semana pasado los Finlandeses se van a la casita de verano a arreglarla para el verano. Sip, los finlandeses veranean en su país, en su casita de campo. No me extraña nada, con el país bonito que tienen y la naturaleza, para qué irse a otro lado...

Conclusión...que me he enamorado.

6 comentarios:

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  2. Una cosa, en Helsinki no hay noche perpetua ni día perpetuo, no es como más al norte. :) Evidentemente hay gran diferencia entre la duración del día y la de la noche, pero vamos, tampoco es que sean 22h-2h. Yo estuve una semana a principios de agosto, y vaya, por el día era de día y por la noche era de noche :D

    La ciudad en no me gustó demasiado en cuanto a arquitectura; yo soy muy de edificios bonitos y allí, quitando dos o tres calles, no los encontré. Sin embargo mola que cada dos pasos te encuentras un parque. Ah, y si vuelves algún día y tienes oportunidad de ver otras localidades, no dejes de visitar Porvoo; eso sí que es un pueblo bonito bonito.

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  3. Una envidia gordísima que me das (si es que no hay nada como salir un poco de casa y descubrir que, efectivamente, el mundo puede ser un lugar maravilloso :-)).

    Pues ya sabes: ya tienes la brújula mirando al norte... Paso 1: orientación (CHECK).

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  4. Qué maravilla Helsinki! Te dejo unas fotos de mi viaje en 2011, qué buenos recuerdos.
    Lo del silencio a veces es demasiado, recuerdo que los días que me tocó trabajar en Helsinki la oficina era una tumba, demasiado para un latino, sobre todo cuando se hacía de noche a las dos de la tarde y te entraba una modorra.... ;-)

    https://www.flickr.com/photos/qualunque/sets/72157631486061854/

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  5. También estuve en Finlandia en semana santa pero tras un día en Helsinki me subí a Laponia, ¡una gozada! En Helsinki estuve con amigos locales y el barrio bohemio al que me llevaron me gustó mucho.

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  6. Pues nada, si te ha gustado Helsinki cuando bajes a Ginebra pasate por Zurich. Llevo tres meses viviendo aquí y de momento me siento mucho más a gusto que en Holanda. El clima es más agradable, la gente está mejor educada (Ese no ceder los asientos a las embarazadas en el tren que siempre me ha puesto enfermo), hay más naturaleza y también montañas...
    Puede que esté en plena luna de miel con el país, pero no tuve esta sensación cuando me fuí a vivir a Holanda.
    Un saludo

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