domingo, 19 de enero de 2014

Año nuevo....

....piso nuevo.

Como me diría Ana, a veces la vida te lleva y te hace tomar decisiones que de otra manera no tomarías.

Desde hace medio año mucha gente me decía que tenía que cambiar de piso, que un cambio de piso me vendría bien. Yo la verdad es que no es que no lo tuviera claro, es que lo tenía clarísimo. No necesitaba una mudanza. Con la cabeza como la tenía no podía buscar piso, planear una mudanza, llevarla a cabo y todo lo que ello conlleva. Como dice Eve, si no podía ni comer, ni dormir, ni hacer cosas rutinarias como me iba a meter yo en una mudanza. Creo que hubiese sido la gota que colmaba el vaso y me hubiese terminado de romper.

El caso es que por ese entonces conocí de casualidad a Karen, que vivía en el vecindario y a partir de ahí hemos cenado muchas veces juntaa. El primer día que fuí a cenar a su casa le dije de coña algo así como que el día que se fuese de su piso, me lo quedaba yo. A mitad de Diciembre Karen me llama al móvil y me dice que tiene casi confirmado un piso para mudarse con su novio, y que si decía en serio lo de quedarme con su piso.....No me lo esperaba y mi cerebro empezó a dar vueltas como una centrifugadora. Entré en estado de pánico y mi cerebro no pensaba más que en como leches iba yo a mover la nevera, el sofá y el armario. Le dije que primero averiguase si aceptaban perros en el piso, lo cual me dio varios días de ventaja. Al casero le resultó importar un pito, pero dejó la decisión en manos de los vecinos, con los que comparto entrada. Y dijeron que sí. Parece ser que con la mierda de puerta de entrada que tenemos, el tener un pastor alemán en el edificio dá seguridad (hasta que la vean llevarle el pingüino o el pato a las visitas, ahí deja de imponer)

Y con esas me fui de vacaciones Navideñas a España, a la espera de que Karen atara corto su piso nuevo para decidir si me mudaba al suyo. Y el día de Navidad firmó su contrato. Yo contacté a mi casero informandole de que quizás me iba del piso, y preguntando si podía confirmarselo a mi vuelta a Holanda (el 4 de Enero) en lugar de antes del 1 de Enero (como dice el contrato). Muy maja su mujer me informó que si les avisaba el 4, me comía el piso hasta el 1 de Marzo. Conclusión, acabé informando oficialmente que dejaba el piso antes de hablar con el dueño del piso nuevo, ni firmar el contrato nuevo. Me la jugué y salió bien. Si hubiese salido mal lo hubiese pasado un poco mañ buscando piso donde admitiesen perros y dentro de mi presupuesto en una ciudad como Utrecht. Lo que me faltaba.

Y como he dicho, me salió bien. Llegué de vuelta a Utrecht el 4 por la noche, el 5 estaba llamando al casero nuevo y el 6 estaba firmando el contrato del piso nuevo. Divertido porque en principio no se admitian animales, pero ha hecho una excepción porque Karen le ha hablado muy bien de mí y de la perra...y ahora tengo un bonito contrato que dice que no se permiten perros en el piso excepto un pastor alemán :D

El 15 de Enero mudé la mitad de la casa y el viernes el resto. Esto no hubiese sido posible sin la ayuda y apoyo de mucha gente que me rodea. Mi vecina me prestó el carrito que véis en la foto, L fue conmigo a Ikea a que me arruinase comprase el nuevo armario (una cosa menos que mover), Evelyne se pasó el 15 de Enero mudando trastos conmigo, y el viernes junto con Héctor colgando lámparas, cortinas y moviendo la nevera (ese gran problema que tenía yo resultó estar sólo en mi cabeza, la nevera se movió en medio minuto) y Jeanine se pasó el día paseando el carrito conmigo calle arriba calle abajo exponiendo todas mis pertenencias a mis vecinos. Ya os dije que les ha costado 3 años hablarme...y hasta parece que me han cogido medio cariño porque me preguntaron varias veces que si me mudaba ( no, solo me apetecía pasear mis trastos por la calle..no te fastidia) Pero no problem, que no me mudo lejos.....me mudo en teoría en la misma calle aunque se llame diferente :p


Y de esta he aprendido que lo que a veces parece un mundo (la nevera, ni que pesase como el plomo) luego en realidad no lo es. Y que aunque parezca que tienes pocas cosas, se pueden acumular muchos trastos en un espacio reducido. Y lo más importante. He aprendido que no siempre puedo hacer yo todo sóla, que está bien reconocer que una no es superwoman, está bien pedir ayuda y está bien dejar que la gente te ayude. Y aunque me ha costado horrores, he pedido ayuda, y he dejado que me ayudasen. Y oiga, que no he muerto.

Y ahora me quedan un montón de cajas de Ikea para tirar, un montón de cajas que desempaquetar y organizar, y dos piernas llenas de moratones. Parece que me hayan estado torturando, nunca había tenido tantos al mismo tiempo :s

6 comentarios:

  1. Lastima que no nos dejaste la dirección por aquí, Pelocha. Sino ya te inundabamos la casa de tarjetas de bienvenida a tu nuevo hogar. Muy al estílo holandés!

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  2. Uff Ley, me daría un poco de miedito el poner aquí mi dirección, ya no por las postales, sino porque algún lector me visitase palo en mano para opinar sobre alguna de mis entradas polémicas :P

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  3. Me alegra saber que hay mucha gente a tu alrededor que ayuda y aprecia!!
    Casa nueva, vida nueva, jejeje.

    Alsur xx

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  4. Reto conseguido! a por otro.
    Lila

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  5. ¡¡Enhorabuena por esa mudanza!! Ahora a disfrutar de tu piso nuevo :-).

    Por cierto, me parece genial la mención, "de perros no, pero Veda por supuesto" :-)

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  6. Si, que te venga con el pingüino sin duda tiene que hacer que deje de imponer, jaajaja

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