miércoles, 12 de junio de 2013

Kadaster

Hace un año escribí un post con consejos a la hora de alquilar un piso en Holanda. Lo podéis leer aquí:

http://pelochalivingabroad.blogspot.nl/2012/01/alquilar-piso.html

Hoy me gustaría ampliar un poco esta información. Son muchos los casos de intento de estafa cuando buscas piso, y son dos personas las que conozco que se vieron afectadas por un timo o intento de timo. Una de ellas se quedó sin el dinero del depósito después de alquilar junto a su novio un apartamento. El día de la mudanza se encontró con varias parejas más con llaves y haciendo la mudanza al mismo apartamento. La otra persona que conozco fue más lista y hizo lo que voy a contaros a continuación:

Antes de firmar ningún contrato ni pagar depósito, cuando el alquiler se hace a través de particular (no de agencia) es comprobar quién es el dueño de ese piso y si tiene pufos. Este paso es tan simple, rápido y barato que es de tontos no hacerlo por mucha confianza que tengas en que todo está bien. Qué hay que hacer? Muy simple, ve a la web del catastro y pide lo que ellos llaman en tulipano "Kadaastral bericht eigendom" Esto se hace en un momentillo en el siguiente link:

https://kadaster-on-line.kadaster.nl/na.asp

Sólo necesitas saber la dirección del piso que quieres comprobar. Te cuesta un poco más de 3 euros y a los pocos minutos te llega a tu email un PDF como el que he encontrado en google:

http://bin.ilsemedia.nl/m/m1gy6nww83pd.gif

Por 3 euros y 2 minutos de tu preciado tiempo, vale más la pena informarse de si le estás dando un pastón a la persona correcta y ahorrarte un disgusto.

miércoles, 5 de junio de 2013

Alergias

Hace un par de semanas fui a visitar a mi médico de cabecera de nuevo. Os acordáis la cantidad de veces que he repetido que odio a los médicos con toma mi alma? Que intento no pisarlos si no me estoy muriendo? Pues no, no les estoy cogiendo cariño ni nada de eso.

El caso es que llevo ya un par de años en los que no paro de estornudar depende de dónde esté, me pica la nariz, y, un par de veces se me ha congestionado de repente de tal manera que no podía ni respirar. Y de repente corriendo a por un kleenex porque empieza la moquera sin fin. Todo esto, aunque es molesto, es al fin y al cabo llevadero. Lo que pasa es que hace como un mes en mitad de la noche me desperté en ese plan y sin poder respirar. Me entraba aire por la nariz pero mis pulmones no parecían recibir oxígeno. Me levanté, abrí la puerta de mi casa y saqué la cabeza. Al cabo de un rato se me pasó.

Con todos estos síntomas, pensé que tenía alergia a algo. Y hasta que no me acojoné esa noche, no consideré importante el ir al médico (para qué). Al día siguiente por la mañana Pelocha llama al centro médico para pedir las pruebas de alergia. La señorita de la recepción me informa que primero tengo que pedir cita con el médico, y si el lo considera oportuno, me ´recetará´ un análisis de sangre en busca de alergias. Espere, espere...ha dicho usted análisis de sangre??? Yo pensaba que se hacían de otra manera....me van a mandar ustedes al vampiro? Me acojoné. La sangre y yo nos llevamos mal. Así que decidí pedir la cita para la siguiente semana y no en la que estaba, para hacerme a la idea.

Llego a consulta y hablo con el señor médico. Me confirma que tengo todos los síntomas de una alergia, así que me van a mirar polen, polvo, perros y gatos. Guay. Y me rellena un papel para ir al vampiro........EN ESE MISMO DÍA. Mejor dicho, ya que los vampiros estaban ese día en el consultorio, me manda en ese mismo momento. Yo creo que me transformé en fantasma en ese mismo instante. Todavía estaba barajando la posibilidad de suplicar al tuli (o a una amiga) que me acompañase el día de la visita al vampiro (en ese momento iba ganando la Pelocha que prefiere morir a pedir ayuda) Claro que no me esperaba que fuese en el mismo día.

Orgullosa estoy de que no la lié parda. No me dieron lipotimias, ni me desmayé, ni nada de nada. El caso es que me llamó una semana después el médico para darme los resultados. No soy alérgica al polen, polvo, gato o perro. Pero sí parezco ser alérgica a algo que flota en el aire, así que me han dado un spray nasal que debo tomar durante un mes. Por lo demás, sigo igual que estaba antes de ir al médico: sé que soy alérgica a algo, pero no tengo ni idea de a qué. Ni piensan investigarlo claro. Igual si el mes que viene vuelvo y pataleo miran el asunto más seriamente....bufff

Creo que la próxima vez me lo pensaré antes de ir al médico.

martes, 4 de junio de 2013

A la mierda


Señor González Pons, permítame que te tutee en las próximas 4 palabras: Vete a la mierda. Cuan atrevida puede ser la ignorancia, y cuan ofensiva puede ser:

"No podemos considerar que trabajar en la UE es trabajar en el extranjero, porque si lo hacemos así, nos estamos equivocando" ya que "en la medida en que [los jóvenes] estén en la UE están en casa"
Ha salido usted de la madre patria para algo que no sea de vacaciones y con su secretaria organizándole el viaje? Seguro que no. Permítame que le diga que las dos líneas entrecomilladas anteriormente no sólo me ofenden a mí, sino que es una ofensa para toda aquella persona que, obligada por el penoso estado en que ustedes (los políticos en general) están dejando a España, han dejado su pueblo, ciudad o país y se han ido a otro país, en la EU o no.

Llevo yo ya 5 años en lo que usted denomina 'mi casa' y 3 en lo que yo denomino 'mi casa adoptiva' Me fui por gusto y me quedaré ahí, o aquí, por gusto también. Ahora bien, me toca los cojones que venga un resabido a decirme que estoy en mi casa por estar en Europa. En mi casa, España, no hablan holandés, no me tengo que pulir los codos en estudiar un idioma que no es el mío y no es el que hablan en mi casa. Tampoco hablaban inglés en mi casa, la de verdad, pero sí en Escocia, donde viví dos años y medio. En mi casa igual me hubiesen discriminado por ser mujer, pero no me discriminaban por ser extranjera. Yo vengo de la Europa de segunda clase y vivo en la Europa de primera clase. En mi casa no hubiese tenido que empezar de 0 continuamente, sabiendo que siendo extranjera y no dominando el idioma es un gran punto en contra cuando aspiro a trabajos que me corresponden por formación (esa que su amigo Wert se está cargando) En mi casa no tendría que tragar lo que tengo que tragar en mi día a día. En mi casa no tendría que aguantar malas caras o comentarios cuando menciono mi procedencia, y aun así, respondo con una sonrisa. En mi casa no me frustraría cuando hablan a mi alrededor y no soy capaz de entender exactamente qué dicen, sólo la idea general. En mi casa hace sol, y aunque esto a usted no le parezca importante, créame que es muy importante: te afecta el estado de ánimo, y mucho. Por eso la mitad de los españoles residentes en países con poco sol y mucha agua se atiborran a pastillas de vitamina D.

En mi casa, sé qué normas hay y dónde ir para hacer qué. Conozco, o mejor dicho, conocía, la burocracia. Aquí cada trámite nuevo que tengo que hacer me supone mucho más esfuerzo, primero tengo que enterarme que tengo que hacer algo, buscar información sobre dónde, cómo, cuándo, qué necesito, etc
Y ya ni hablo de la nostalgia, de echar de menos a amigos y familiares. Suerte la mía que soy una desapegada, pero me doy cuenta que me pierdo el día a día de mis seres queridos. Y eso para otros muchos, es muy importante.

De verdad se creen ustedes que todos aquellos que han salido a 'su casa' (o a la del vecino) va a volver? Eso es lo que ustedes dicen. Pues déjeme decirle una cosa, muchos no volverán, porque despues de tragar mucha mierda se van a hacer un hueco en su país de adopción. Poco a poco, y con mucho esfuerzo, van a subir en la escalera, se van a hacer valer y van a progresar. Van a conseguir algo que España jamás les va a poder ofrecer, y menos si ustedes siguen cargandose el país. Y no sólo van a hacer raíces laborales, que esas, al fin y al cabo, siempre se pueden cortar, sino que van a formar sus familias fuera de España, y llegará un día en el que en España ya no les quedará nada, sólo buenos recuerdos. Y es que cuanto más tiempo pasamos fuera, más nos distanciamos nosotros, y más nos distanciais vosotros. Nos convertimos en extranjeros en nuestro propio país. Y qué va a hacer nuestro país cuando haya perdido, y no pueda recuperar, toda una generación.

También añadiré que esa generación que se está yendo, no es recibida como lo que usted describe, jóvenes altamente preparados, sino como una plaga. En parte por su culpa, porque el español medio no habla una palabra de inglés, a diferencia de media Europa. Y además se creen, porque usted se lo dice por la tele, que pueden aprender alemán con un curso de 6 meses, ja! Y que conste que yo hablo desde la comodidad de un trabajo digno, mejorable pero digno. Que les pregunten a aquellos que curran de sol a sol por cuatro duros porque no les queda otra. Esos deben estar super contentos con sus afirmaciones. No sólo hay explotación en España, también la hay fuera, y muchos de estos españoles sobradamente preparados caen en eso, contratos de 0 horas en los que te llaman para que vayas a trabajar dentro de media hora, y que nadie te garantiza cuantas horas vas a trabajar esa semana. O por sueldos míseros que un local no cobraría ni loco. Los ingenieros que friegan platos (trabajo muy digno) en Alemania o Londres lo hacen por vocación, no? Y cobran una miseria porque son muy solidarios, verdad?

Dicho esto, hágame un favor. Mande a sus hijos o sobrinos al extranjero. Pero mándelos sólos, sin contactos ni mensualidad ingresada en el banco. Que se busquen la vida como hacen tantos otros. Y luego me cuenta si sus seres queridos están en 'su casa' o no. Mientras tanto haganme todos un favor, mantengan la boca cerrada, porque cada vez que abren la boca, es para ofender a todos esos que hemos salido, voluntariamente o no, fuera de lo que sí era nuestra casa.

Más claro agua

PD. Esto es una diarrea mental mía originada por este artículo de El País: http://politica.elpais.com/politica/2013/06/03/actualidad/1370249650_783949.html

Por favor, sentiros libres de expresar vuestra opinión.

lunes, 3 de junio de 2013

Vuelta a Escocia

Que raro es a veces volver al lugar que, durante un tiempo fue tu hogar. Y qué raro es ver in situ como tu memoria ha borrado las cosas negativas (no todas, claro) y sólo guarda las positivas.

Este final de Mayo lo hemos pasado el tuli y yo en Escocia, unos días en Glasgow, y el resto en la maravillosa isla de Arran, de la que os he hablado multitud de veces. En Glasgow tuvimos tiempo para visitar viejos amigos, para relajarnos en el parque y para hacer compras. Fueron unos días de sentimientos muy encontrados. Por un lado me sentí feliz de estar allí, cómoda yendo de un lado a otro, sabiendo dónde encontrar qué, cómo llegar a donde, familiar con la forma de funcionar del país, sabes qué esperar en cada momento. Es como estar en lo que fue tu casa. Por otra parte, recordé ese sentimiento de no pegar en el país, el saber que ese no es mi sitio, sino que lo es Holanda. Por mucho que me guste volver, sé que no me gustaría quedarme. Es como contradictorio. Por poner un ejemplo, me gustó mucho ver a la gente cada cual vestida como le sale por los pies. Con miles de estilos, colores, ropa atrevida, que choca completamente con el estilo simple y aburrido de la moda holandesa (chicas, que por ponerse un escote, una mini o una camiseta que no sea de un solo color, no se muere una). Pero por otro lado, me hace sentirme diferente el ver el estilo hiper artificial que tienen las chicas en Glasgow. Esa obsesión por enseñar (que no insinuar), ese naranja zanahoria en la piel, pestañas postizas extra largas, plataformas en los pies super altos, que más que estilizar, te hacen un look bestia. Sencillamente yo no soy así.

Además, fue muy emotivo para mí el reencontrarme con algunos de mis ex compañeros de trabajo, el ver que pasan los años y siguen queriendome y siguen haciendo todo lo posible por verme cada vez que pongo un pie en el país. Esta vez fui a recoger a algunos de ellos para cenar a la puerta de la oficina y me temblaban hasta las pestañas. Una emoción indescriptible el encontrarme con mi primer team leader Peter, o el dar un paseo por la oficina. Tanta gente nueva, tantos recuerdos. Tantas emociones juntas me dejaron bloqueada.

En nuestro último día en la ciudad, como ya he dicho, fuimos de compras por la ciudad. Y qué tiene Glasgow y sus tiendas que no tenga Utrecht? Pues vestidos de fiesta (para bodas) a precios de vestido de sábado (porque las chicas en Glasgow se visten en sábado como quien va a una boda, con lo cual los vestidos cuestan la mitad), pantalones negros 'oficineros' (sí, no os riais, me recorrí todas las tiendas de Utrecht en busca de unos pantalones negros de los de raya en medio, de los oficineros de toda la vida. Imposible. En Glasgow, en NewLook me probé 3 modelos diferentes y me llevé a casa 2 de ellos) y el tulipán, que no encuentra vaqueros a su gusto, se compró 4 pares por la mitad de lo que le hubiese costado en tulipandia.

La nota amarga la pone el cebollazo. Si, cebollazo. De camino hacia el hotel, en mi último día en Glasgow, a alguien se le ocurrió que era divertido el tirar (con fuerza, a propulsión, no dejar caer y reirse) una cebolla de tamaño considerable desde un edificio de unas 10 plantas. la cebolla se estampó contra el suelo y se hizo añicos a pocos centímetros de mí. No me dió de milagro, porque si me hubiese dado, con suerte hubiese sólo arruinado mis vacaciones, y con mala suerte, no os lo estaría aquí contando. Una bromita que no tiene nada de gracia y que puede acabar en tragedia. Después de jurar en hebreo en el momento, aproveché para enseñarle al tuli expresiones tipo 'me duele la cebolla'

De Glasgow nos fuimos a la isla de Arran, pero eso mejor lo dejo para un post aparte!

Por cierto, que en Glasgow nos alojamos en el Best Western Hotel Glasgow. Muy buena relación precio, 200 libras por 3 noches de hotel en una habitación doble con Scottish Breakfast incluido, lo cual, creo yo, es muy barato. Cama cómoda, habitación grande (eso sí, con vistas al muro de enfrente a un metro de distancia), lugar céntrico, personal muy amable, desayuno recién hecho, etc. Recomendadísimo.